lunes, noviembre 13, 2006

Umbra Et Imago en Chile

Umbra Et Imago
Domingo 12 de noviembre de 2006
21:00 horas. Blondie
Sin lugar a dudas lo que más llama la atención de esta veterana banda alemana es la puesta en escena, que juega con temáticas sadomasoquistas y de bondage. Pioneros en esta modalidad, su espectáculo es altamente recomendable independientemente de la música. Esto puede ser bueno o malo dependiendo del prisma con que se mire. Por un lado, tanta parafernalia distrae el público de la música, y por otro, le da a la banda un aire novedoso, destacando de entre el montón. Cabe preguntarse qué es lo que pasaría si no recurriera a las performances. Para algunos, aquello le quitaría toda la magia al grupo, porque seamos sinceros, anoche todo el mundo quería ver el show sado arriba del escenario tanto como quería escuchar la música. Al final de cuentas fue bastante corto y no hubo nada extremadamente crudo. Dos minas en pelota, y como gran cosa Mozart, el vocalista, practicando un ligero cunnilingis a una de las minas al finalizar el show con el cover de Falco “Rock Me Amadeus”. Cool, sin lugar a dudas, interesante, absolutamente, pero lejos de lo que yo, y me imagino que muchos, esperaba ver. Y no sé si en otras latitudes el show será más visceral, porque así lo ameritan las fotos que he visto en Internet. Al menos aquí en Chile no considero que haya sido excesivamente explícito, aunque, claro, quizás esa nunca fue la intención. No explícito, pero sí fuerte, fue la parte en que Mozart salió vestido a la usanza de Mussolini, recordando también en su vestimenta a la banda de culto Laibach. Y como para no ser mal interpretado, porque vaya que podría serlo, al final del tema en que salió vestido así, lanzó un enérgico: “Fuck George W. Bush!”, grito que a esta altura se está haciendo muy popular en todos lados. Después apareció con una vestimenta que recordaba a Emperador de la Guerra de las Galaxias. O sea, cuático.
Pero hablemos de la música, que es lo central. Esta es una mezcla entre rock gótico, new wave y death metal que recuerda en algunos pasajes a Dimmu Borgir pero tocando mucho, mucho, mucho más lento. La voz de Mozart (jaja, ¡como se ve que se quiere a si mismo!) no tiene mucha fuerza, pero se potencia con los alaridos death metal que provienen del bajista. Y claramente se nota la influencia de Lacrimosa, que son los papis de la escena gótica, también alemanes. Buena banda, aunque no excepcional, al menos le dio al público chileno casi dos horas de un show muy entretenido, con muy buen sonido y que terminó con varias minas del público arriba del escenario bailando. Y es que el ambiente estaba festivo, y así lo demostraba Mozart y los demás miembros de la banda que se notaba lo estaban pasando muy bien, disfrutando tanto como el público. La seguridad se encargó no sólo de las minas bailando sino de algunos compadres que anteriormente habían llegado hasta el escenario y amablemente los escoltaban fuera. Sí, amablemente, nada de golpes. Y vaya que no ha sido así en otros recitales a los que he acudido donde se aforra y después se pregunta.


Tema aparte, pero importante ya que influyó en el ánimo del público, es el hecho de que la barra estuviera abierta. Me pregunto por qué no lo estuvo para Paradise Lost, que también fue en la Blondie, porque ciertamente la posibilidad de comprar y disfrutar una cervecita hace que toda la experiencia de ver un show un vivo se realce. Así, con cervecita en mano me entretuve bastante, a pesar de no ser fan acérrimo de la banda o de la movida gótica en general. Creo que todos los presentes, que no eran muchos, calculo poco más de 500, disfrutaron y lo pasaron muy bien aunque seguramente quedando con gusto a poco por el lado de la performance sadomasoquista que, vuelvo a insistir, estuvo bastante más suave de lo que se esperaba.