viernes, mayo 20, 2022

Emperor en Chile

Originalmente este recital estaba programado para el 26 de Mayo del año 2020 en el Teatro Teletón pero tuvo que ser postergado indefinidamente. ¿Qué sucedió? Resumiré en pocas palabras. El sábado 14 de Marzo del 2020 el mundo se volvió loco por un virus culiao del cuál no dejaban de hablar en la tele. La gente se compró el cuento entero, entró el pánico, y todo se fue a la reconcha de su madre. Luego nos encerraron, nos metieron miedo, empezó la mierda de la distancia social y que había que lavarse las manos 100 veces al día y no podíai salir a la calle y necesitabai permisos hasta para tirarte un peo. Los eventos masivos se fueron a la mierda. Había llegado la Dictadura Sanitaria, y todo el mundo se compró el cuento. ¿Por qué? Porque la mayoría de las personas son ingenuas y se tragan toda la mierda que le meten los canales de televisión, en especial, las malditas noticias. ¡Apaguen esa mierda! Yo no veo televisión hace más de 15 años. Con cuea una serie de zombies culiaos en Netflix. La tele culia no es la verdad, es un puto show, como un reality. Pero vamos a Emperor. Perdón, pero tenía que botar toda esta mierda que llevo dentro hace ya dos años. 

Tuve la suerte de asistir a Emperor gracias a la generosidad de mi amigo Aldo que me regaló la entrada pues lamentablemente no podía asistir por asunto de pega. Estoy en deuda con este hueón. Yo iba a comprar la entrada el mismo día ya que se decía que estaban agotadas. De hecho otro amigo compró la entrada el mismo día ahí mismo en el teatro. Pero todo esto no es lo relevante. Puta, lo que pasa es que hace tiempo que no hago esta huevada de hablar de recitales y como que tengo mil huevadas en la cabeza y quiero plasmarlas por escrito, con garabatos y toda la huevada puesto que estoy envenado con toda la mierda que sucede en el mundo ahora y en lo que se han convertido la mayoría de los seres humanos, en miserables ovejas que le hacen caso a la "Autoridad". A la mierda la autoridad, a la mierda las restricciones, a la mierda los dictámenes y obligaciones, a la mierda las putas vacunas. ¡Vaya a saber uno que mierda le están metiendo a uno con esas vacunas culiaas! ¡A quemar las putas mascarillas! Y si es verdad que anda un virus asesino por ahí, bueno, que mate a los que tenga que matar y a la chucha. Pico. ¿No es el metal muerte, destrucción y nihilismo? Ay, tengo miedo, yo me cuido y cuido a los demás. Pico. Mundo culiao payaso, como dice un amigo que también se ha dado cuenta de toda esta farsa de mierda.

Voy a respirar un segundo. Tranquilo, tranquilo. Ya. Ah, sí, Emperor.

Cuando llegué al Caupolicán había cualquier onda en las afueras. Se respiraba un aire festivo, con gente feliz, lo que resulta irónico considerando que se trataba de Emperor; una banda a la que el adjetivo de "feliz" no le viene. ¡Pero cómo no estar felices si íbamos a ver a una de las bandas más respetadas de la escena metalera mundial! ¡Cómo no estar felices luego de dos años de mierda encerrados en nuestras casas con el espíritu hundido en las tinieblas pensando que quizás nunca más habrían recitales! Pero los recitales volvieron gracias a Dios (Jajajajajaja). Cierto es que sin el pase de imbecilidad se hace difícil entrar a eventos masivos y cierto es a la vez que dejé que me inyectaran sólo por poder ir a recitales. Si no hubiese sido por eso no me vacuno ni cagando. 

Una cosa que me llamó la atención y que nunca antes había visto en un recital fue el compadre que estaba tocando guitarra afuera del teatro. Su repertorio incluía harto Celtic Frost. Me imagino que muchos lo vieron. Ciertamente aquello contribuyó a la vez al ambiente festivo que se respiraba mientras esperábamos entrar acompañados por una buena chela. ¿Estaba haciendo las monedas pa comprar la entrada este socio? ¿O haciendo las moneas pa comprarse un copete o llevarle el sustento a su familia? Misterios del universo. Sea como sea, excelente idea la de estar tocando metal en las afueras de un recital metalero. ¿Cómo que a nadie se le había ocurrido antes? Le pasé mil pesos al socio. Me cayó bien. 

Entramos yo y un par de amigos con los que andaba hueviando a eso de las 8:30 PM. Teníamos galería así que nos fuimos para arriba. Si po, no iba a ser pa abajo. Aunque he escuchado hablar de "galerías subterráneas". Y bueno, la cuestión es que quería ver el show desde allí para realmente ver y apreciar a la banda en su ejecución técnica. Esta vez no estaba interesado en estar metido en un mosh, de los que hubieron, aunque no mucho. Esto se debe, creo, a que la música de Emperor es a momentos impenetrable, como una muralla sónica de caos que difícilmente se puede “vacilar”. La mayoría de los concurrentes estaba tranquilito en sus asientos absorbiendo la intensidad legendaria de esta banda noruega de culto.

Vamos al sonido. Como ocurre con casi todos los recitales, las opiniones están divididas. Hablando del recital a la salida un amigo me decía que no había sonado muy bien, otro me decía que el sonido había estado impecable. Yo no soy sonidista como para dar una opinión profesional, pero sí les puedo decir que no hubo saturaciones ni falla alguna. Yo le decía al amigo que no estaba satisfecho con el sonido: “hueón, Emperor es una juguera, un caos sónico, y hoy sonó como en los discos, como un caos, pero ese caos sonó perfecto”. Ahora bien, quizás abajo sonó mejor. Quizás. Al menos yo quedé satisfecho con el sonido. Todos los instrumentos se notaban claritos.

Vamos al setlist. La discografía de Emperor, sin contar Eps ni demos, es de apenas cuatro discos larga duración, que en su totalidad abarcan unos 188 minutos. O sea que Emperor podría tocar esos cuatro discos en tres horas y ocho minutos. Esta escasa discografía, toda de calidad, tiene su lado bueno pues los fans se sabían todos los temas y no hubo ningún momento en que nadie supiera que mierda estaban tocando, como ocurre, por ejemplo, con bandas que tienen diez o más discos de estudio. Overkill se me viene a la mente. ¿Habrá alguien sepa reconocer todas las canciones de los 19 discos de estudio que tiene esa banda? La escasa discografía de Emperor garantizaba que fueran a tocar esas canciones que son las que más disfrutan los fans. En lo personal, por ejemplo, yo quería escuchar “The Loss and Curse of Reverence”, y “Ye Entrancemperium”, que fueron las dos canciones que significaron para mí la entrada al mundo de Emperor allá en 1997. Aún recuerdo el sentimiento de completa alucinación y estupefacción cuando escuché el disco Anthems to the Welkin at Dusk. Así, poder por fin escuchar esas maravillosas obras musicales en vivo por primera vez en la vida fue alucinante. Otros seguramente disfrutaron más con canciones de In the Nightside Eclipse o el IX Equilibrium o Prometheus, pues esos fueron los discos que los cautivaron en su momento y con los cuales entraron al universo de Emperor. Sea como sea, todo lo que tocaron era conocido por la mayoría del público. O sea, con cuatro discos, que tan difícil puede ser. Otros favoritos del público fueron “Curse You All Men!”, “With Strength I Burn” y en general cada uno de las canciones que en varias ocasiones eran incluso coreadas, como por ejemplo “The Acclamation of Bonds”.  ¿Qué otra banda de este estilo tiene la capacidad de componer música radical y extrema y al mismo tiempo “oreja”? He allí parte de la grandeza de Emperor. Y al ver a toda la gente allí embelesada con el soberbio show de los noruegos se me vino a la mente la vez que allí mismo tocó Death, ese imborrable 7 de Noviembre de 1998 y la vez que también allí mismo tocó Carcass por primera vez en Chile. La misma emoción, la misma pasión, la misma adrenalina y el mismo sentimiento de saber que había que estar allí aunque costara tres malditas inyecciones.  

¿Vólvera Emperor a Chile? ¿Sacarán disco nuevo? ¿Alguna vez podremos volver a entrar a un recital sin que nos pidan el pase de imbecilidad? Preguntas y más preguntas. Veamos que nos depara el futuro y oremos a Satanás, para que nunca más vuelva a repetirse un año tan nefasto como el 2020. Borremos ese año de nuestras vidas.

No tengo fotos del recital. Mi celular es antiguo y estaba muy lejos como para sacar buenas fotos y no estoy ni ahí con gastar 200 lucas en un puto celular. Además que no fui a sacar fotos, fui a ver un show. En Youtube está el recital completo que un compadre subió. Está bueno, Chequéenlo. 

https://www.youtube.com/watch?v=AKZcPBl3Qu0&t=2112s

Setlist:

In the Wordless Chamber

Thus Spake the Nightspirit

Ensorcelled by Khaos

The Loss and Curse of Reverence

The Acclamation of Bonds

With Strength I Burn

Curse You All Men!

Towards the Pantheon

The Majesty of the Nightsky

I Am The Black Wizards

Inno A Satana

Opus A Satana

Alsvartr (The Oath)

Ye Entrancemperium

Cosmic Keys to My Creations & Times

The Wanderer (no en vivo)

domingo, marzo 08, 2020

Ganador entrada para DRI

Felicitaciones a Cristian Soto por haberse ganado la entrada.

viernes, marzo 06, 2020

Gánate una entrada para D.R.I.

¡Tenemos un concurso! Tengo una entrada, y sólo una, para el recital de D.R.I este domingo 8 de Marzo y he querido sortearla entre los lectores de este blog. Manden un correo a recitalesenchileblogspot@gmail.com con nombre, teléfono y disco favorito de D.R.I.  El sorteo será el mismo día del recital a las dos de la tarde. ¡Suerte! 

  

lunes, marzo 02, 2020

Massacre en Chile

Massacre en Chile
Sábado 29 de Febrero de 2020
Rock Bar Xperience

Massacre ha pasado a la historia por ser una banda que lanzó al mundo un disco excepcional en 1991 llamado From Beyond. Como muchos sabrán en ese disco tocaban Bill Andrews, Rick Rozz y Terry Butler, todos miembros de Death para la época del Leprosy, aunque Butler está sólo para la foto ya que Chuck Schuldiner hizo las partes del bajo. Butler brillaría en Spitual Healing. Recuerdo muy bien cuando escuché From Beyond hace ya casi treinta años y haber enganchado con la propuesta que era como escuchar a Death de la época pero sin Chuck Schuldiner. Luego Massacre sacó un disco que muchos consideran una mierda, que se llama Promise y muchos años después, en el 2014 sacaron Back From Beyond; un trabajo algo mejor que el segundo disco. Sea como sea, nadie que alguna vez escuchó y vaciló From Beyond en 1991 podría decir que ese trabajo alguna vez fue superado. Y es porque Massacre prometía tocar el álbum en su totalidad que decidí ir al Rock Bar Xperience que hasta hace poco se llamaba Rock & Guitarras. Debo dejar claro que me apesta ese local para las tocatas. Más que nada porque es un horno y no es nada simpático que desde el techo te caigan en la cara gotas de sudor luego de haber pasado por el proceso de condensación. Mismo fenómeno vi para Forbidden allá en el Club 334 en el 2011 (review aquí: http://recitalesenchile.blogspot.com/2011/03/forbidden-en-chile.html). Hubiese preferido mil veces que este recital se hiciese al aire libre allá en la Arena Recoleta, dónde originalmente iba a ser. Debido a lo sofocante del calor ni siquiera me animé a ver las bandas nacionales y preferí como muchos pasar el rato esperando la presentación de Massacre afuera con un schop. Kam Lee varias veces se quejó del calor e incluso el baterista tuvo que parar un rato para refrescarse. El problema del calor viene de mucho tiempo con este local, incluso cuando estaba en Macul. ¿Quién no ha oído hablar de sudor y guitarras? Ahora que se llama Rock Bar Xperience me imagino que el sudor condensado de los presentes cayendo del techo era la "xperiencia". Pal pico.     


Pero no todo fue malo. El sonido estuvo decente y lo que más me gusto es que la guitarra de Taylor Nordberg (miembro nuevo desde el 2019) sonaba igual que la de Rick Rozz, con el mismo efecto de antaño, y al igual que él lograba sacarle esos agudos que hacen de From Beyond y Leprosy tan buenos y distintivos discos. Me hubiese gustado haber visto a Rick Rozz, pero no sé por qué ya no está en la banda. Tampoco está Terry Butler, ahora en Obituary. El que sí está pero que no grabó From Beyond es el bajista original que participó en los demos de Massacre. Cuento corto, sólo Kam Lee es el miembro original de From Beyond. Tenía interés en verlo, para cachar cómo le salía la voz a casi treinta años de distancia desde su obra maestra. Tengo que decir que estuvo bien, pero para nada lograba sacar la voz infernal de antaño.  


En cuanto al setlist, la promesa era que iban a tocar el From Beyond completo, pero faltaron temas; dos si no me equivoco. Hubieron un par de temas nuevos que no caché para nada. Las joyitas de la noche fueron "Mutilated" del demo Aggressive Tyrant de 1986, Evil Dead y Corpsegrinder. Estos dos últimos temas originalmente creados por Death y que aparecen en los demos Death by Metal y Reign of Terror, ambos trabajos de 1984. ¿Y por qué los tocaron? Porque el señor Kam Lee participó en ambos trabajos, haciendo tanto las voces como la batería.    


En conclusión, creo que el recital llenó mis expectativas, que tampoco eran tan altas. Desde luego, el hecho de que no estuviesen los miembros que grabaron From Beyond, con la excepción de Kam Lee, me dejó a mí al menos con gusto a poco. Pero bueno, es lo que hay. 


jueves, enero 30, 2020

Malevolent Creation en Santiago


Malevolent Creation
Miércoles 29 de Enero de 2020
Teatro Ex Mundo Mágico
Bandas invitadas: Overtoun, Melektaus

Aunque disftuté bastante el recital de Malevolent en Valparaíso, consideré que repetirme el plato en Santiago era necesario, tomando en cuenta por un lado que habían unos cuántos días para recuperarse del carrete de Valpo y estar como lechuga en Santiago y volver a hacerse mierda. Entre medio, Malevolent se daba cita en Buenos Aires. Por otro lado, estaba ilusionado con que la banda sonaría mucho mejor en Santiago y que quizás el setlist iba a ser menos mezquino. Partamos inmediatamente por este punto. Las canciones que tocaron fueron estas y en este orden:

1. Infernal Desire
2. Living in Fear
3. Blood of the Fallen
4. Manic Demise
5. Release the Soul 
6. Mandatory Butchery
7. Slaughterhouse
8. Alliance or War
9. Blood Brothers
10. Eve of the Apocalypse
11. Coronation of Our Domain

O sea, exactamente igual que en Valparaíso. En mi ingenuidad pensé que quizás iban a haber un par de temas más, pero no pasó nada. La presentación de la banda partió a eso de las 21:50, mucho más temprano que en Valpo y la banda se notaba que estaba de mejor ánimo. Tuve acceso al setlist que la banda tenía puesto en el escenario y allí aparecían catorce temas, incluyendo el asesino corte The Will to Kill del disco homónimo y los clásicos del primer disco Multiple Stab Wounds y Malevolent Creation. ¿Por qué decidieron no tocarlos? Sólo Satán sabe. Pero bueno, al menos el sonido fue mucho mejor que en Valpo y eso es lo esencial. Al menos a mí me convenció. Las guitarras sonaban con el tono que se espera de Malevolent y con la potencia que una banda de este calibre se merece. No hubo ningún acople (en Valpo tampoco) y todo se entendía clarito especialmente si uno se paraba directamente de frente a la banda y no muy atrás. No hubo problemas para hacerlo ya que no estaba repleto ni mucho menos y muchos asistentes optaban por sentarse en las butacas del teatro. Había oído hablar de eso, lo que me lleva a otra razón por querer repetirme el plato, quería saber cómo era este lugar al que no había asistido nunca. Al menos yo quedé conforme.     


Revisando el setlist es fácil apreciar que el disco de dónde más canciones sacó Malevolent para tocar en este tour corresponden al discazo Eternal; posiblemente el mejor de la banda. Al menos yo lo considero allá arriba en el podio junto con The Ten Commandments y Retribution. Lamentablemente la banda no tocó ningún tema del primer disco. De haberlo hecho me hubiese ido más satisfecho de la presentación. Hubo un momento luego finalizar el último tema en que dio la impresión que quizás la banda tocaría al menos un tema más pero no pasó naa. El bajista, que está en la banda desde el 2017, agarró el micrófono y dijo en inglés que para la otra tocarían más temas. Ojalá. 


En cuanto a las presentaciones de Melektaus y Overtoun puedo hablar sólo de Melektaus, a quienes alcancé a ver la mitad del show. Tocaron varios temas del nuevo disco, Self Knowledge Desingrate the Veils, que no he escuchado aún. Me quedé con el discó del 2012 Nexus for Continual Genesis que tengo en mi poder. He visto a Melektaus muchísimas veces y debo decir que nunca me han decepcionado. Esta banda es una máquina y verlos en vivo siempre es un placer. Una banda chacal e inmisericorde en su asalto auditivo. 
 



lunes, enero 27, 2020

Malevolent Creation en Valparaíso.





Malevolent Creation
Sábado 25 de Enero de 2020
El Huevo, Valparaíso
Bandas invitadas: Homicide, Visceral, Critical Defiance, Evil Requiem


Primero que nada quiero decir que no sé por qué diablos dejé de hacer comentarios de recitales y de discos. Aburrimiento, apatía, paja, estar demasiado destruido al otro día de un recital como para escribir sobre él o simple flojera dejaron las buenas intenciones en sólo eso. Sea como sea estoy de vuelta y mi intención es volver a escribir. Este renovado deseo en parte se ha gestado gracias a algunas personas que me animaron a seguir dándole al asunto, específicamente un par de amigos y mi polola. Gracias a ellos por la motivación.


Ha pasado más de un año desde el último comentario y unos ocho desde que dejé de escribir con la intensidad que ahora me es desconocida. De hecho tenía un proyecto de mil reviews de discos que quedó truncado a mitad de camino y que he de volver a retomar. Pero bueno, vamos a Malevolent Creation. Debo partir dejando en claro que soy fan de esta banda y la sigo desde siempre, así que no esperen ciento por ciento de objetividad, aunque trataré de ser lo más objetivo posible.


Tenía muchísimas ganas de ver a Malevolent, en gran parte porque estaba picado por las dos cancelaciones anteriores. Segundo, porque me gustó su trabajo The 13th Beast, que venían promocionando. Tercero, quería ver cómo era la banda que el señor Phil Fasciana había armado luego de haber echado a todo el mundo y haber empezado desde cero. Cuarto, quería ver como se manejaba el nuevo vocalista, Lee Wollenschlaeger; que también está encargado de la segunda guitarra y si estaba a la altura de Brett Hoffmann, pieza importantísima en Malevolent que no necesita una introducción si eres fan de esta banda, que de haber estado vivo estoy seguro hubiese participado en The 13th Beast.

Si mis cálculos no me traicionan la banda se subió al escenario cerca de la una de la mañana y tocó con suerte una hora. No hubo bis ni nada. Coronation of Our Domain del disco Retribution terminó el set y pa la casa. No hubo ni un amago de querer tocar un tema extra de pura buena onda. Naa que hacer. Creo que esto se debió por no haber empezado el show de las otras bandas a la hora y los que pagaron el pato fueron los Homicide, a quienes se les ofreció tocar después de Malevolent, pero que no aceptaron y simplemente no tocaron. Lamentable, ya que de las bandas chilenas era la que más quería ver. No sé por qué se produjo el atraso, si por las barricadas, las bombas lacrimógenas o el caos general en el que a ciertas horas y todos los días convierte a Valparaíso en una suerte de ciudad distópica post apocalíptica, o qué se yo, pero el asunto, es que al parecer los miembros de Malevolent ya estaban medios apestados de esperar y lo único que querían era tocar y cumplir con el contrato. Por un momento pensé que el señor Fasciana se iba a apestar e iba a mandar todo a la chucha rehusándose a tocar, pero por suerte nada de eso pasó gracias a Dios (chiste irónico).


Aunque sea fan debo decir que no me convenció el sonido. Cualquier persona no familiarizada  con la discografía de la banda hubiese tenido complicaciones para seguir lo que pasaba arriba del escenario, pero como me sabía todas las canciones lograba entender todo ya que tenía los riffs en la cabeza. Algunos amigos decían que faltó potencia en las guitarras y que la batería se comía todo. Puede ser. De hecho, la batería era lo que mejor sonaba, notándose claramente todo. En cuanto a la voz de Lee Wollenschlaeger, debo decir que no me convenció del todo. Posiblemente si el sonido hubiese estado mejor se hubiese apreciado mejor, pero encontré que le faltó más chacalidad. El tipo cantó bien, igual que en el disco donde participa pero de ninguna manera pudo hacerle sombra a Brett Hoffman, cuya voz gutural esquizoide simplemente no pude ser superada, al menos no por Wollenschlaeger. Tampoco creo que haya superado la voz de Kyle Simmons o la de Jason Blachowics, quien cantó en el devastador disco Eternal. Quiero creer que fue sólo un tema de la mezcla del sonidista. Quizás es la añoranza de los tiempos de Hoffmann lo que me predispone a la crítica. Sin embargo no por eso no disfruté del show. Una tras otra las canciones golpeaban el seso con un setlist que al menos a mi dejó conforme. Partió de lujo con una de mis canciones favoritas “Infernal Desire” para pasar a otra favorita “Living in Fear” ambas del magistral disco Eternal. Tampoco faltaron Manic Demise ni Blood Brothers, temas que creo son favoritos del público. Pero igual extrañé grandes clásicos, como Premature Burial con su intro Memorial Arrangements y temas más nuevos pero que encuentro devastadores, como por ejemplo Dead March con Preemptive Strike y Dead Man's Path con Soul Razer, temas que logran generar una atmósfera especial al mezclar a la perfección pesadez y lentitud en la partida para dejar la cagada apenas parte el segundo tema. En esa línea tuvimos la suerte de apreciar Eve of the Apocalypse, tema que mi polola quería escuchar, que sin ser fan de la banda ni mucho menos, me dijo “oye, ese tema ta bueno” que parte con esa introdución de la película Henry: Portrait of a Serial Killer.

Del último disco tocaron algunos temas nuevos que no recuerdo bien ya que este disco aún no lo internalizo, aunque recuerdo bien Release the Soul. Y del Dead Man’s Path recuerdo bien Blood of the Fallen. Temas más, temas menos, creo que con quince minutos más el show hubiese estado mejor. Una presentación tan escueta deja con gusto a poco, independientemente de nuestra apreciación por el sonido. Al menos no se cortó la luz, como esa vez con Tankard hace varios años ya en ese mismo escenario. Se me olvidó mencionar un detalle importante. Esta era la segunda vez que Malevolent se presentaba en El Huevo, aunque no en la misma sala. Recuerdo ese recital pues fui y review en esa oportunidad.

Bueno, en cuanto a lo extra musical, esta vez tuve la suerte de que Phil Fasciana me autografiara algunos cds que llevé para tal efecto así que al menos yo quedé contento con la sensación de haber cumplido la misión que me había impuesto. Incluso nos sacamos fotos y hasta mi polola pudo conocer al tipo líder de la agrupación con la que estuve pelando el cable los días previos al show.   


Un dato que vale la pena mencionar y dejar para la historia es lo barato que estaba la entrada para este show. Yo compré la entrada en preventa y me salió a 12 lucas. Un recital de una banda internacional a doce lucas es algo que no se ve nunca, así que bien ahí. Un poster de la visita de Hypocrisy a Chile en el año 2004 que tengo pegado en una pieza dice que la entrada esa vez estaba a 13.000 pesos. En todo caso el precio no justifica la calidad del sonido, que creo que a fin de cuentas debe haber sido un asunto de la mezcla.

Queda aún el show en Santiago al que tengo hartas ganas de ir.

miércoles, mayo 23, 2018

Evil Confrontation Festival. 18, 19, 20 de Mayo, 2018. Mostazal. Hacienda Picarquín.


¿Qué onda con la competencia del ají? ¿Se hizo la huevada? Pregunté por aquí y por allá y nadie sabía nada. Me iba a inscribir pues tenía fe en, si no ganar, al menos dar la pelea allí con otros dementes. Mi experiencia con Sangre de Satán me hacía tener fe en mis posibilidades. Si usted no sabe lo que es la Sangre de Satán, googléelo. Sé que la competencia del ají no era imprescindible, pero estaba en la programación y me pareció más que interesante. Habían otros eventos ajenos a la música, como la competencia de lanzamiento de hacha o algo así y demostraciones de peleas con espada pero yo ni ahí con esas huevadas. Yo quería participar en la competencia del ají. Y esta es mi única queja con respecto al festival, mi única decepción, y eso es bueno, porque no tiene nada que ver con lo realmente importante: la puta música. Vamos con eso.


No quiero partir el review hablando en forma cronológica, desde el principio al fin, muy típica esa huevada. Tampoco quiero hacer un recuento de cada banda, pues, en primer lugar, no las vi a todas, y segundo, no quiero que este review se extienda demasiado, más que nada para que nadie diga: "puta el hueón latero". Esto no quiere decir que un review a fondo no viene al caso, pero en esta oportunidad quiero ir a lo central, al meollo del asunto, enfocándome en lo que considero es lo más importante.


Partamos con Demolition Hammer. Esta era una banda que sí quería ver y aunque en la programación decía que finalizarían el show del día sábado, tocaron más temprano, luego de los chilenos Communion, haciendo un cambio con Bölzer que tocaría después de Angel Witch. A mí no me molestó el cambio puesto que hacía más frío que la cresta. Desde el primer segundo de presentación hasta el final, Demolition Hammer fue una máquina. Tocaron temas tanto del disco Tortured Existence como el Epidemic of Violence, saltándose el Time Bomb, que fue el tercer y último disco de estos gringos y que muestra a una banda haciendo una suerte de metal industrial medio grunge que nadie entendió. Los dos temas más conocidos, como Toxic Hospital Waste y .44 Caliber Brain Surgery, que finalizó el show, fueron los más celebrados por los fans. No faltaron sus moshs y circle pits. Fue, desde luego, lo más brutal y chacal del evento y creo que la banda cumplió con las expectativas. Se agradece que estén tres de sus miembros originales, los dos guitarristas y el bajista y vocalista, que a pesar del paso del tiempo aún tienen la fuerza y la convicción como para tocar los temas con la velocidad y ferocidad de antaño. El sonido acompañó, y la voz de Steve Reynolds convenció. Creo también que se llevó el record a la mayor cantidad de veces que se ha dicho "motherfuckers" arriba del escenario. Demolition Hammer tocaba por primera vez no sólo en Chile sino que en Sudamérica. Lo mismo con Triptykon. Y para hacer esto incluso más memorable no pasarían por ningún otro país. No por nada habían en el festival metaleros de Argentina, Bolivia, Paraguay, Colombia, Perú y Brasil. No hay que olvidar que este festival es el primer festival de su naturaleza que se hace en Chile. Como para meditarlo y decir "puta que la cagué con no haber ido" si es que usted no fue.


Triptykon tocó el domingo y ellos sí finalizaron el show luego de más de quince minutos de preparación y puesta en escena. Hey, era la guinda de la torta, así que todo tenía que salir la raja. Y sí, así fue, aunque me hubiese gustado más potencia. De hecho me acerqué harto al escenario para sentir más fuerte la música. Partió la noche con Procreation of the Wicked. Excelente corte. Circle of the Tyrants, Necromantical Screams, Into Crypts of Rays, The Usurper y Dethroned Emperor no faltaron, todos, obviamente, clásicos absolutos de Celtic Frost. No tengo que explicar que tiene que ver Celtic Frost en esto, ¿o sí? También sonaron dos temas de Hell Hammer. Y sí, Triptykon tocó temas de Triptykon. Tengo el primer disco de la banda y ese es el que cacho mejor, así, quedé más que contento cuando tocaron Goetia; el mejor tema del disco Eparistera Daimones. Y aunque disfruté muchísimo el show, emocionado por tener finalmente al monstruo de Tom Warrior en escenario, al quien tuve la suerte de entrevistar hace años para una revista, hombre responsable de influenciar con su música a millares de bandas y de haber básicamente trazado el mapa conceptual por el cual posteriores bandas atravesarían, tomando sus ideas, siempre adelantadas a su época, y creando nuevos estilos, quedé algo decepcionado porque no tocaron mi tema favorito: Suicidal Winds. Eso hubiese sido increíble, pero claro, temas iban a faltar y claramente Triptykon no iba a tocar tres horas para repasar todas las grandes canciones de Celtic Frost. También me hubiese gustado que la guitarra de Tom hubiese sonado más aguda en los solos de guitarra de los temas insignes de Celtic Frost. Encontré que estaban muy graves, y en disco claramente suenan distintos. En todo caso, el sonido estuvo a la altura, al igual que el juego de luces. Todo bien en el aspecto técnico. ¡Y así, quedará esta postal en el cerebro para recordar y apreciar cuando llegue el ocaso de nuestras existencias!



Vamos con las otras bandas. Quiero partir con Voltax, que tocaron el sábado. A estos locos oriundos de México no los cachaba ni en pelea de perros. Lanzaron una seguidilla de buenos temas thrasheros donde destacaba el vozarrón del vocalista, un tal Jerry. La banda entera se movía para allá y para acá y dieron un espectáculo lleno de energía y profesionalismo. Se notaba que querían dejar una buena impresión a un público que seguramente en su mayoría no los conocía y vaya que lo lograron. Buena banda. Fue el comentario de muchos de mis amigotes y conocidos. Asumo que no somos los únicos en haber quedado gratamente sorprendidos.


Una banda que quería ver sí o sí, aparte de Demolition Hammer y Triptykon, era a los suecos Dead Lord. Hasta dos semanas atrás yo no los cachaba para nada, hasta que escuché el tema I Don't Give a Damn (Me importa un carajo) que quedé enganchado. La similitud con Thin Lizzy es incuestionable. Estos tipos creen que es 1976. Pero está bien. Hace tiempo que no escuchaba una banda que no fuera metal, sino más bien hard rock, que me llamara la atención. Mis amigos más true encontraron que la banda no tenía ningún brillo, pero bueno, cada uno con sus gustos. También tocaron el sábado.


Acerca de Angel Witch. Sólo conozco su primer disco, el disco homónimo de 1980, pero no lo tengo internalizado. Los temas Angel Witch y Angel of Death son los que más me gustan y ciertamente los tocaron. De Angel witch sólo queda el vocalista/guitarrista Kevin Heybourne y su voz ya no es la de hace 38 años. Pero bien, ellos hacen lo suyo y aunque a mi no me calentó mucho el show sé que la banda tiene sus fans. Sonaron bien. Ahora bien, también es cierto que a la hora que salieron hacía más frío que la mierda y preferí ver el show de lejos al lado de una improvisada fogata vacilando con los dos guitarristas de Demolition Hammer que se acercaron a vacilar con una botella de Jack Danield's. Hablar sobre las anécdotas y sobre lo que significó no sólo ver las bandas, sino que vivir la experiencia de estar tres días metidos en un evento de esta naturaleza da para otro review. Pero estar allí al lado de una fogata conversando con James Reilly y viendo a Derek Sykes agarrar un tronco y lanzarlo a la fogata para que salieran más llamas y armar más escándalo mientras a cien metros tocaba Angel Witch son como postales medio surrealistas que jamás han de olvidarse. Un festival es mucho más que una treintena de bandas que se suben al escenario. Derek Sykes incluso andaba con unas salchipapas que convidó a los presentes en la fogata. Esa onda.


Quiero hablar de Pagan Altar. Los vi un poco. No los cacho. A primera escucha me parecieron muy piola, pero debo escuchar sus discos bien como para hablar con más propiedad sobre ellos. Sobre Tribulation, bueno, la verdad es que desconozco sus discos. Ni siquiera cacho bien su disco The Horror (1989) que dicen que es la cagada.  Pero vi las dos presentaciones para interiorizarme mejor con sus estilos. Me llamó la atención el guitarrista de Tribulation. Por un momento pensé que era mina, pero luego caché que no tenía pechugas. "El Colibrí del Metal" le puso un amigo. No sólo se veía y vestía como mina sino que se movía como una. Efectos de la inclusión me imagino. Sea como sea, cuando caché al loco inmediatamente se me vino a la mente Stevie Nicks de Fleetwood Mac. Posiblemente se inspiró en ella para su atuendo. Pero independientemente del mariconeo del guitarrista es evidente que se trata de una buena banda con buenos músicos.


Lamentablemente para los fans de Pagan Altar, la organización les impidió completar su set ya que luego se venía el cierre con Triptykon y había que apurar las cosas. No lo había comentado, pero tanto el sábado como el domingo las presentaciones partieron a las doce del día, y no a las once de la mañana como estaba presupuestado. esto hizo que todo se atrasara y Pagan Altar pagó el pato.


De las bandas chilenas, Ripper era la que más quería ver. Los había visto antes en tocatas chicas y quería verlos en este escenario. No defraudaron. Su thrash violento y directo es de mi total agrado y aunque claramente no han inventado nada nuevo, creo que hacen un homenaje sincero al thrash antiguo. Bien Ripper. Massive Power también estuvo bueno.  Evil Force de Paraguay también fueron de mi agrado. Las otras bandas o las vi muy a la pasada o se interpusieron en algún asado. Lo que no me queda claro es si tocó ADS de Colombia. 


En cuanto al lugar, las acomodaciones, la comida y bebestible, todo bien. Se hubiese agradecido que vendieran fuerte, onda pisco, ron, vodka, whisky o tequila, digo pal frío. No, en serio. Vendían vino, ¿pero por qué siempre vino tinto? Esa huevada me da sueño. ¡Vino blanco siempre! Hay que empezar una campaña para poner al vino blanco en el lugar que le corresponde. ¡Viva el vino blanco! Puta, yo soy de los que luego de dos litros de chela desea pasar a un fuerte. Debe ser un tema de edad, pero ya no puedo estar con pura chela toda la noche como quinceañero. 


¿Se hará otro festival el próximo año? ¿Habrá un Evil Confrontation Open Air Número dos? Ojalá. No sé si habrán salido para atrás los organizadores, y si fue así, por cuánto. Lo único concreto es que sería bueno que se hiciera otro el próximo año y que el organizador gane sus lucas para que siga haciendo más eventos. Pero para que esto pase es necesario que vayan más metaleros. Calculamos con mis amigos unas 1000 o 1200 personas. Muy pocas. Falta más apoyo de los fans. Y no estaba caro, no para los tres días, ni para llegar por el día y pagar 30 lucas. Pero bueno, me imagino que los organizadores están evaluando todo esto y viendo si es factible o rentable hacer otro evento de la misma naturaleza. Quizás no en Mayo, quizás en Octubre o Noviembre, cuando el tiempo está más benévolo.



Es posible que se me haya quedado algo en el tintero. Así que hay que considerar que este review no esté terminado. ¡Es como un ente viviente y orgánico que no muere! Durante el día seguramente me acordaré de algo. Ah, el viernes llegamos a eso de las doce de la noche y alcanzamos a ver algo de Los Duros (buen nombre ese) y vimos a unos locos medievales o algo así haciendo demostraciones con fuego y hueaa. Hacía más frío que la chucha y nos abrigamos con capas de cerveza. Nada más que decir del viernes. Me hubiese gustado haber llegado más temprano pero el trabajo y unos whiskies previos en Santiago lo impidieron.