Criminal - Ratzinger - Cinical
Sábado 13 de Mayo de 2006. 20:00hrs.
Teatro Caupolicán.
Cinical es un trío mendocino formado en 1998 que tiene dos producciones donde ha estado involucrado Rodrigo Contreras, de Criminal, como productor. Han tocado en Santiago anteriormente, pero al menos para mí, la banda me es completamente nueva. Ellos se encargaron de abrir el show y estuvieron arriba del escenario casi una hora mostrando su poder sónico con un volumen quizás un poco demasiado alto. Ni Ratzinger, que vino después, o Criminal, sonaron tan fuerte. De todas maneras lograron ganarse al público chileno y hacerse respetar, especialmente después de que el vocalista increpara a uno de los pocos que aún quedan en el medio que gustan de lanzar escupitajos al escenario. Pero lo más notable vino casi al final, cuando preguntaron a los concurrentes si les gustaba Fear Factory y si había alguien que se animara a subir al escenario para cantar una canción. Y se subió un compadre que lo hizo bastante bien. No sé si eso estaba arreglado o no, pero de todas maneras fue simpático y le dio al show mayor realce. Yo no había escuchado nunca nada de esta banda, pero creo que hacen un metal con posibilidades de proyección internacional, crudo y moderno. Lo único que empañó la presentación fue el volumen tan alto que saturaba las canciones y torturaba los tímpanos.
La presentación de Ratzinger fue también para mí algo nuevo. Nunca antes había escuchado hablar de esta banda de nombre tan particular, pero investigando supe que ya habían tocado con Cinical en un festival metalero que se hizo en Mendoza en abril. La banda también es un trío y hacen un metal moderno cargado de temáticas relacionadas con política internacional. El lienzo que mostraba a una de la Torres Gemelas con un avión a punto de estrellarse, más la aparición en escena con pasa montañas dejaba en claro que los tipos tenían un mensaje absolutamente actual y vigente sobre nuestros convulsionados tiempos. Y entre las canciones, su vocalista, que además era uno de los organizadores del evento, trataba de animar al público que lamentablemente los recibió con algo de frialdad. Desde luego, manteniéndose respetuoso, pero sin realmente vacilar la música, propuesta que en algunas partes se asemejaba al estilo de Criminal.
Criminal, banda que continúa siendo liderada por sus fundadores Anton Reisenegger y Rodrigo Contreras, llegaba para presentar su nuevo álbum "Sicario", quinta placa de estudio y trabajo que ha sido recibido muy positivamente por la prensa especializada. Incluso fue elegido uno de los mejores álbumes del 2005 por Terrorizer, afamada publicación metalera. Y aunque la placa fue grabada con el bajista clásico, Juan Francisco Cueto, el ya no es parte del line-up siendo reemplazado por Staff Glover, bajista que ya había participado con Criminal anteriormente. No me convenció mucho Glover, que estaba muy estático arriba del escenario, pero por otro lado, Zac O´Neil le daba a la batería como un verdadero demonio, demostrando ser un excelente aporte.
Sábado 13 de Mayo de 2006. 20:00hrs.
Teatro Caupolicán.
Cinical es un trío mendocino formado en 1998 que tiene dos producciones donde ha estado involucrado Rodrigo Contreras, de Criminal, como productor. Han tocado en Santiago anteriormente, pero al menos para mí, la banda me es completamente nueva. Ellos se encargaron de abrir el show y estuvieron arriba del escenario casi una hora mostrando su poder sónico con un volumen quizás un poco demasiado alto. Ni Ratzinger, que vino después, o Criminal, sonaron tan fuerte. De todas maneras lograron ganarse al público chileno y hacerse respetar, especialmente después de que el vocalista increpara a uno de los pocos que aún quedan en el medio que gustan de lanzar escupitajos al escenario. Pero lo más notable vino casi al final, cuando preguntaron a los concurrentes si les gustaba Fear Factory y si había alguien que se animara a subir al escenario para cantar una canción. Y se subió un compadre que lo hizo bastante bien. No sé si eso estaba arreglado o no, pero de todas maneras fue simpático y le dio al show mayor realce. Yo no había escuchado nunca nada de esta banda, pero creo que hacen un metal con posibilidades de proyección internacional, crudo y moderno. Lo único que empañó la presentación fue el volumen tan alto que saturaba las canciones y torturaba los tímpanos.
La presentación de Ratzinger fue también para mí algo nuevo. Nunca antes había escuchado hablar de esta banda de nombre tan particular, pero investigando supe que ya habían tocado con Cinical en un festival metalero que se hizo en Mendoza en abril. La banda también es un trío y hacen un metal moderno cargado de temáticas relacionadas con política internacional. El lienzo que mostraba a una de la Torres Gemelas con un avión a punto de estrellarse, más la aparición en escena con pasa montañas dejaba en claro que los tipos tenían un mensaje absolutamente actual y vigente sobre nuestros convulsionados tiempos. Y entre las canciones, su vocalista, que además era uno de los organizadores del evento, trataba de animar al público que lamentablemente los recibió con algo de frialdad. Desde luego, manteniéndose respetuoso, pero sin realmente vacilar la música, propuesta que en algunas partes se asemejaba al estilo de Criminal.
Criminal, banda que continúa siendo liderada por sus fundadores Anton Reisenegger y Rodrigo Contreras, llegaba para presentar su nuevo álbum "Sicario", quinta placa de estudio y trabajo que ha sido recibido muy positivamente por la prensa especializada. Incluso fue elegido uno de los mejores álbumes del 2005 por Terrorizer, afamada publicación metalera. Y aunque la placa fue grabada con el bajista clásico, Juan Francisco Cueto, el ya no es parte del line-up siendo reemplazado por Staff Glover, bajista que ya había participado con Criminal anteriormente. No me convenció mucho Glover, que estaba muy estático arriba del escenario, pero por otro lado, Zac O´Neil le daba a la batería como un verdadero demonio, demostrando ser un excelente aporte.
Y empezando con "Rise and Fall", del nuevo disco, el cuarteto se paseó por su discografía tocando canciones de todos los álbumes, especialmente del último, del cuál también tocaron "Walking Dead", "The Root of All Evil" y "The Land God Forgot" y del primero, el grandioso Victimized. De lo que no tocaron nada fue de la clásica banda Pentagram, tal como había prometido Anton en la conferencia de prensa. Y se entiende. Con ya cinco álbumes de estudio hay suficiente material como para abocarse exclusivamente a los temas de Criminal sin tener que repasar las míticas canciones de la ex banda de Anton. De todas maneras, quizás en otra oportunidad toquen algunas de esas canciones, aunque sea para la pura buena onda.
La presentación estuvo buena, con el sonido perfecto, no tan abrumador como Cinical, sino que justo en el punto de inflexión, lamentándose solamente dos oportunidades en que hubo un relleno mientras se arreglaba, al parecer, un problema con la batería. Pero aparte de eso el show estuvo a la altura de la banda, escuchándose claramente cada uno de los instrumentos y desatándose la mejor respuesta en el público (unos 1200 metaleros) con los clásicos "Self Destruction", "New Disorder" y "Scapegoat".
He visto a Criminal innumerables veces y esta vez volví a quedar gratamente sorprendido por el nivel que ha alcanzado la banda. La guinda de la torta hubiera sido algo de pirotecnia como esa vez que les abrió nada menos que Napalm Death en el Victor Jara (ex Estadio Chile), pero aún sin eso el show fue contundente, a pesar de que no hubiese estado mal que durara un par de temas más.
La presentación estuvo buena, con el sonido perfecto, no tan abrumador como Cinical, sino que justo en el punto de inflexión, lamentándose solamente dos oportunidades en que hubo un relleno mientras se arreglaba, al parecer, un problema con la batería. Pero aparte de eso el show estuvo a la altura de la banda, escuchándose claramente cada uno de los instrumentos y desatándose la mejor respuesta en el público (unos 1200 metaleros) con los clásicos "Self Destruction", "New Disorder" y "Scapegoat".
He visto a Criminal innumerables veces y esta vez volví a quedar gratamente sorprendido por el nivel que ha alcanzado la banda. La guinda de la torta hubiera sido algo de pirotecnia como esa vez que les abrió nada menos que Napalm Death en el Victor Jara (ex Estadio Chile), pero aún sin eso el show fue contundente, a pesar de que no hubiese estado mal que durara un par de temas más.
P.D. : ¡Menos mal que al final Anton no lanzó su lata de cerveza con más fuerza porque estuvo muy cerca de darle a la mesa de sonido! Por suerte no pasó nada.