Jueves 19 de Junio de 2008. 21:00 hrs.
Teatro Novedades
Recuerdo fielmente cuando antes de que empezara este siglo de decadencia y putrefacción escuchaba el disco “The Mind´s I” y “Projector” de los suecos Dark Tranquillity y que los vacilaba con maligna y malévola devoción. Eran los tiempos de la “movida Gotenburg” y esta banda junto con In Flames lideraban el movimiento. Pasaron los años y poco a poco fui dejando de lado a la banda (y a In Flames también) y, para ser muy sinceros, le perdí la pista por un buen tiempo. Sin embargo, dada la oportunidad, sabía que si venían a Chile no me los perdería. Y, dado que se dio la oportunidad, allí estuvimos, para cachar la onda. Por lo demás quería salir de algunas dudas, malditas dudas, algunas no más que miserables rumores mala leche. Como ejemplo, siempre había escuchado que el vocalista Mikael Stanne era medio amanerado y que se le “quemaba el arroz” como diríamos en buen chileno. A mí siempre me han empelotado esos comentarios porque dan lo mismo. Lo importante, digo yo, creo yo, es la música, pero de todas maneras quería cachar a Mikael Stanne y su banda en vivo y armarme mi propia opinión. Y lo que observé no fue más que a un tipo con un parecido a Robert Plant innegable. Robert Plant, como sabrán algunos, fue el mítico vocalista de Led Zeppelin. Hasta la pinta era parecida, con la camisa que mostraba la “guata” y la pose y todo lo demás. ¿Amanerado? No recuerdo que hayan dicho lo mismo de Plant. En síntesis, creo que Stanne se tira más minas que todos. Lo que pasa es que no tiene la pose de huevón malo, sino de rockstar, con todo aquello que lleva implícito tal catalogación.
Salido de la duda y cachando que Stanne no era más un Robert Plant del nuevo milenio, quería que tocaran el disco “Projector” completo. ¡Que ingenuo! Y bueno, tuve que conformarme solamente con “ThereIn”, que es una canción espléndida a pesar de tener un nombre tan extraño. ¿Qué onda con Dark Tranquillity y los nombres tan raros que le ponen a las canciones? Lo cierto es que la banda se fue de lleno con el último disco, del 2007, “Fiction”. Escuchamos hartos temas de ese disco, para bien o para mal. De hecho la banda empezó con “Terminus (Where Death is Most Alive)” del ya mencionado Fiction lanzando después “Misery´s Crown” y otros temas más del mismo disco. Bien, decía yo, pero esperaba temas antiguos. Mis malditos ruegos blasfemos no fueron escuchados y no tuve el placer de escuchar “Zodijackyl Light”, ni “Shadow Duet” ni “Of Chaos and Eternal Light”. Pero bueno, después de tantos años, sabía que la banda apostaría por lo nuevo y traté de vacilarlo. Otras canciones, que si tocaron, fueron “Damage Done” del disco del mismo nombre y “Final Resistance”, también de ese disco. De hecho esa fue la canción de cierre.
Para ser primera vez en Chile no estuvo mal el setlist y la hora y media que tocó la banda creo dejó a todo el mundo contento. Sin embargo, insisto en que la banda debió haber tocado más temas clásicos. Pero quien soy yo para que me pesquen. Sí, tocaron un tema del Mind´s I, pero no recuerdo cual.
Pero bueno, vamos al asunto técnico. ¿Cómo estuvo el sonido? Conversando unas chelas post recital (también hubieron chelas pre recital) no podíamos llegar a un acuerdo entre los cheleros congregados. Que empezó mal al principio y luego mejoró, que estuvo bien, que estuvo más o menos. El único consenso fue que los solos de guitarra de Niklas Sundin, miembro fundador, no se escuchaban muy claramente. En realidad se perdían. Por otro lado, la voz de Stanne sonaba igual que en disco, algo absolutamente destacable. A la batería le faltó más poder. Sí, podríamos discutir hasta las seis de la mañana el tema, dando la lata pesado, pero lo clave es que la sensación final fue de agrado y de que las expectativas se cumplieron. No fue espectacular, pero estuvo bueno.
Salido de la duda y cachando que Stanne no era más un Robert Plant del nuevo milenio, quería que tocaran el disco “Projector” completo. ¡Que ingenuo! Y bueno, tuve que conformarme solamente con “ThereIn”, que es una canción espléndida a pesar de tener un nombre tan extraño. ¿Qué onda con Dark Tranquillity y los nombres tan raros que le ponen a las canciones? Lo cierto es que la banda se fue de lleno con el último disco, del 2007, “Fiction”. Escuchamos hartos temas de ese disco, para bien o para mal. De hecho la banda empezó con “Terminus (Where Death is Most Alive)” del ya mencionado Fiction lanzando después “Misery´s Crown” y otros temas más del mismo disco. Bien, decía yo, pero esperaba temas antiguos. Mis malditos ruegos blasfemos no fueron escuchados y no tuve el placer de escuchar “Zodijackyl Light”, ni “Shadow Duet” ni “Of Chaos and Eternal Light”. Pero bueno, después de tantos años, sabía que la banda apostaría por lo nuevo y traté de vacilarlo. Otras canciones, que si tocaron, fueron “Damage Done” del disco del mismo nombre y “Final Resistance”, también de ese disco. De hecho esa fue la canción de cierre.
Para ser primera vez en Chile no estuvo mal el setlist y la hora y media que tocó la banda creo dejó a todo el mundo contento. Sin embargo, insisto en que la banda debió haber tocado más temas clásicos. Pero quien soy yo para que me pesquen. Sí, tocaron un tema del Mind´s I, pero no recuerdo cual.
Pero bueno, vamos al asunto técnico. ¿Cómo estuvo el sonido? Conversando unas chelas post recital (también hubieron chelas pre recital) no podíamos llegar a un acuerdo entre los cheleros congregados. Que empezó mal al principio y luego mejoró, que estuvo bien, que estuvo más o menos. El único consenso fue que los solos de guitarra de Niklas Sundin, miembro fundador, no se escuchaban muy claramente. En realidad se perdían. Por otro lado, la voz de Stanne sonaba igual que en disco, algo absolutamente destacable. A la batería le faltó más poder. Sí, podríamos discutir hasta las seis de la mañana el tema, dando la lata pesado, pero lo clave es que la sensación final fue de agrado y de que las expectativas se cumplieron. No fue espectacular, pero estuvo bueno.