sábado, noviembre 08, 2008

Carcass - Paradise Lost

Carcass – Paradise Lost
Miécoles 5 de Noviembre de 2008
Teatro Caupolican
20:00 hrs.

Si hubiera que nombrar algo malo sobre este recital sería que duró muy poco. Fue una hora y veinte minutos que se pasaron volando. Y no hubo bis ni nada. Se subió Carcass al escenario sonando como cañón y uno tras otro se sucedieron los grandes “éxitos” de la mítica banda. Un par de temas más del Necrotism hubiese sido excelente. Hubiese sido increíble que tocaran “Forensic Clinicism/The Sanguine Article” que es mi tema favorito de ese disco, pero bueno, fue lo que fue y a juzgar por los comentarios que escuchamos a la salida el recital cumplió a cabalidad con las altísimas expectativas que había generado. De hecho nadie quería perderse a Carcass. Incluso aquellos que no suelen escuchar death metal, y menos grindcore, estaban entusiasmados con este recital. Querían ver a Carcass, porque Carcass es fuckin´ Carcass. No conozco otra banda del género que tenga una llegada tan transversal en el metal. Esto explicaría el lleno del Monumental. Estaban los de siempre y el fan tangencial que acude a recitales death metal muy puntuales, como Morbid, como Death. Me atrevo decir, ya que estamos hablando de Death, que este recital estuvo a la altura de aquel. No sólo eso, sino que será recordado por siempre. Lo recordaremos cuando estemos viejos y nos estemos pudriendo en una casa de reposo. “Ah, yo estuve ahí”, le diremos a la enfermera, que seguramente no cachará de qué diablos estamos hablando.

Cierto que Carcass no ha sacado disco nuevo en siglos y que su show es una oda al pasado y que seguramente la banda se llenará los bolsillos de plata estrujando a concho todo este asunto “revival” tan de moda hoy en día. Da lo mismo. El punto central es que Carcass no había venido a Chile nunca, jamás se nos pasó por la cabeza que veríamos a la banda, y se ha saldado la deuda con los fans. Vimos a una banda mítica, que nos entregó lo mejor de su repertorio sonando quizás mucho mejor de lo que hubieran sonado diez años atrás. Y quizás la banda se disuelva nuevamente después de esta reunión y no volvamos a saber más de ellos. Da lo mismo. Nos dimos el gusto de ver a los maestros del grind vacilando esas canciones que están tan pero tan arraigadas en el colectivo metalero. ¡Quien no cacha el Heartwork! ¡Quien no se volvió loco escuchando aquella joya de disco! Y que tocaran siete canciones de aquel disco era para quedar completamente satisfechos. Personalmente, aluciné con “Embodiment”, que no esperaba que tocaran. Ya después de eso dije: “podemos morir tranquilos”.

Ah, pero no olvidemos que estaba Paradise Lost también. Excelente banda, desde luego, pero que en esta ocasión fue eclipsada completamente por Carcass. No creo que haya sido mala idea tenerlos en el mismo cartel. Me gusta que se maticen los shows. Pero el problema es que al menos el 90% de todos los presentes estaba allí única y exclusivamente para Carcass y poca o ninguna importancia le dio a Paradise Lost, que, dicho sea de paso, visitaba nuestro país por tercera vez (primero fue con Ozzy en el Monsters of Rock y luego solos hace un par de años). La presentación de los ingleses fue buena, animando tibiamente a los presentes que escuchaban y veían con respeto pero sin involucrarse demasiado con las canciones. Pasaron, como se dice en buen chilensis, sin pena ni gloria. Muy distinto a lo que fue la segunda presentación en la discotheque Blondie donde tocaron solos.

Volviendo a Carcass creo que vale la pena mencionar algo sobre la puesta en escena. El lienzo gigante fue un detalle que se apreció y que viniera con el logotipo antiguo mejor aún. Con respecto a los músicos (originales todos con la excepción de Daniel Erlandsson de Arch Enemy en batería en reemplazo del malogrado Ken Owen que, recordemos, sufrió un derrame cerebral en 1999 que lo tuvo al borde de la muerte) vaya que hacían un cuadro divertido. Jeff Walker, de jeans y camisa, parecía cualquier cosa, tenía pinta de haber estado carreteando dos días seguidos sin dormir. Mike Amott, con pinta de rock star claramente contrastaba con Walker. Por otro lado, Bill Steer parecía como sacado de los setenta. La pinta de hippie y la manera en cómo se movía arriba del escenario contrastaba fuertemente con la música. Podían estar tocando “Keep on Rotting" que es de las más pichangueras o “Reek of Putrefaction”, que es de lo más extremo, y Steer vacilaba igual, con onda, más relajado que la cresta. Cero pose, absolutamente cero. Y es allí donde creo que radica una de las cosas que hacen de esta banda ser lo grande que es, y es que los tipos se toman el asunto de ser músicos con andina (Jaja, la expresión vieja) y meten más bulla que la cresta igual sin necesidad de recurrir a mucha parafernalia. Cierto, a algunas bandas la parafernalia les queda bien, pero Carcass no la necesita y menos ahora.

Irónicamente, a pesar de lo excelente que fue la presentación de Carcass la respuesta del público no fue lo apoteósica que supuse iba a ser. Cuando empezaron no se generó el mosh infernal que supuse. Creo que Sepultura 1994, que tocó en el mismo teatro, sigue siendo el referente máximo en cuanto a este punto. No sé, es posible que ya estemos tan acostumbrados a ver bandas que la locura no se manifiesta tan exacerbadamente. Digamos que estamos más piolas y muchos, especialmente los más viejos, preocupados más que nada de ver el show tranquilo. Pero esto es sólo un detalle. Los cerca de cinco mil fans de todas maneras nos fuimos más contentos que la cresta. ¡Por fin habíamos visto a Carcass! Era para no creerlo. Pensando en aquello creo que otras bandas claves que faltan que nos visiten son Annihilator, Overkill, Malevolent Creation, In Flames (a pesar de que ahora son taquilla) y Rush (el sueño del pibe).

Setlist:

Inpropagation
Buried Dreams
Corporal Jigsore Quandrary
Carnal Forge
Incarnate Solvent Abuse
No Love Lost
Edge Of Darkness
This Mortal Coil
Embodiment
Reek Of Putrefaction
Keep On Rotting
Genital Grinder
Rotten To The Gore
Death Certificate
Exhume To Consume
Ruptured (Intro)
Heartwork