lunes, octubre 09, 2006

Dark Funeral en Chile


Dark Funeral
7 de Octubre 2006
Teatro Novedades
Cuando Masse Broberg, conocido también como Emperor Magus Caligula, interrumpió su diatriba satánica contra todo lo santo para decirle al público chileno que llevaba al país en el corazón mientras se acercaba una bandera chilena a su pecho, no es que cumpliera con un gesto de protocolo. Porque el malulo de Caligula tiene (o tuvo) esposa chilena en Suecia con la que tiene dos hijos. “Para mí estar en Chile es como estar en casa” nos contaría luego en backstage. Ciertamente. El próximo comercial de Cristal podría incluir la línea: “Y la mina del compadre de Dark Funeral… chilena po!!!”. Esa es la anécdota de una presentación que tuvo de todo, hasta combos. No sé si todos se dieron cuenta, pero al lado derecho de la cancha se produjo la tremenda gresca entre dos compadres que terminó con uno de ellos con la cara toda ensangrentada. Todo al son de la música infernal de Dark Funeral. Pero en realidad este fue un hecho aislado y lo suficientemente pequeño como para no empañar la chacal presentación de los suecos. Sonando mejor que la primera vez que tocaron en Chile en el Teatro Providencia, hace como tres años atrás, y sin problemas de sonido ni de fallas de instrumentos, la banda desencadenó en algo como una hora y cuarto parte de su arsenal más mortífero, empezando con el primer corte del último disco Attera Totus Sanctus. “King Antichrist” irrumpe en escena y de ahí para adelante una tras otra las canciones se sucedieron en un torbellino de brutalidad sónica que no paró en ningún momento, excepto, claro, para dar cabida a algunas palabras de agradecimiento y loa de parte de Caligula para con sus fans, fans que no pararon de vacilar cada una de las canciones, esas canciones que para los no entendidos podrían sonar todas iguales. Y aunque hay que saberse bastante bien los álbumes de DF para notar las sutiles diferencias entre tema y tema, Caligula nos daba una manito y anunciaba algunas canciones, como “The Secrets of the Black Arts”, “Vobiscum Satanas”, “The Arrival of Satan´s Empire”, “Hail Murder” y la magistral “Open the Gates”. Y por cada canción la respuesta del público no se hacía esperar, generándose no el típico mosh y headbanging, sino más bien algo así como una suerte de electricidad que tenía a todo el mundo un su lugar pero como electrocutándose. Es que la música de DF es tan rápida que casi no se puede seguir. Yo me imaginaba que cables con 10.000 voltios partían del escenario y la marea negra de la cancha reaccionaba con febril ímpetu. Intenso, sin lugar a dudas, y esperable. ¡Porque se trata de Dark Funeral! O sea, ¿qué esperaban? Y allí estaban, con sus caras pintadas y con esos trajes que los hacen ver como salidos de Mad Max o The Road Warrior. Si no cachan esas películas, véanlas. Y lo que más me impresionó a mí fue la voz de Caligula, que no sé cómo no se rompe las cuerdas vocales. Uno tras otro sus gritos AAAAAAAARRRRRRGGGGGHHHHHHHHH sonaban como si los estuviera emitiendo con la intención de grabarlos en estudio. Y algo de cierto puede haber en eso ya que según supimos la banda grabaría algunos temas para un nuevo DVD. Con o sin ese incentivo, Caligula, y por supuesto que el resto de la banda también, dieron un show de gran calidad y con profesionalismo a la altura de su popularidad. En realidad no hay nada que decir que vaya en la línea de una crítica, de un fastidioso “pero”, cosa que tampoco es la idea, ya que el show estuvo contundente. Algunos fans seguramente hubieran querido escuchar más canciones, que la banda estuviera sus dos horas arriba del escenario, pero el tipo de música de DF se aprecia y disfruta más en dosis pequeñas. Como un buen whisky, la botella completa te podría matar. Nadie murió anoche, pero de todas maneras el show estuvo simplemente asesino.
Review disponible también en:
www.grindermagazine.cl sección Reviews Live.