Teatro Novedades – Domingo 24/06/07
20:00 horas.
Promotoras Rock and Ron de Mitjans alegrando la noche. Estaban bien ricas las tres aunque me quedo con la morena.
Incantation dejando la cagada.
Incantation dejando la cagada.
Incantation otra vez.
Jill McEntee de Funerus backstage.
Volviendo a Funerus… habrá que esperar para otra ocasión, si es que llega a materializarse. Por ahora, quedamos con las dudas.
No sé si mi impresión será compartida por todos, pero anoche creo quedamos con gusto a poco. Y no me refiero solamente a los escasos cuarenta minutos que estuvo la banda cabeza de cartel, Incantation, arriba del escenario. De partida, este evento no contó con gran asistencia. Con suerte llegaron doscientas personas, incluyendo los fans, músicos y prensa. O sea, muy por debajo de lo esperado, especialmente para un lugar como es Teatro Novedades donde caben unas mil personas e incluso más. Yo recordaba la primera vez que tocó Incantation en Chile, en el 98, para el memorable recital que incluyó además a Death, Cannibal Corpse y Dorso. ¡Cómo olvidar aquel histórico momento para la escena local! Y esta vez… esta vez no pasó nada. ¿Por qué fue tan poca gente? Podemos buscar miles de razones, pero yo creo que se debe más que a nada al descenso, si es que no ocaso, del death metal de vieja escuela. Yo me decía: “Viene Rhapsody y este local se llena hasta el techo”. No me malinterpreten, yo amo el death metal e Incantation para mí es una banda muy respetable, con un sello y sonido fácilmente distinguible y a estas alturas son un verdadero clásico del underground, y vacilo con devoción enfermiza su disco “Diabolical Conquest”, del cual anoche tocaron “Impending Diabolical Conquest”, canción que abre ese maravilloso disco, pero lo cierto es que sólo los fans más acérrimos y aperrados de Incantation se dejaron caer anoche. Como nunca el Novedades estaba prácticamente vacío.
Denying Nazarene.Inmunes y aparentemente indiferentes frente a la escasa concurrencia, Incantation empezó a tocar de una manera bastante inusual, por no decir que bastante poco profesional. Resulta que en Funerus canta y toca bajo Jill McEntee, esposa del líder de Incantation John McEntee, quien por su parte toca guitarra en Funerus. Por otra parte el baterista de Incantation también toca en Funerus. ¿Algo confuso? Bueno, el asunto es que la banda llevaba tocando apenas dos temas cuando de repente Jill se quita el bajo, lo guarda y se hace a un lado para que llegue el bajista de Incantation y así, de la nada, parta el show de la banda. Como no hubo un quiebre claro, todo se vio como al lote y precipitado. No fue un buen comienzo. Supuestamente Funerus iba a tocar media hora, pero (según nos dijeron) por problemas técnicos sólo se le dio una hora a ambas bandas para hacer su show. Apurados, Funerus tuvo que ser sacrificado en pos de la banda regalona de la noche. Una lata, porque me imagino que no sólo yo, sino que todos los presentes queríamos más de Funerus, considerando además que Jill estaba bien rica. Cuento corto: ¡¡¡Funerus funó pesado!!! e Incantation debió haber hecho una entrada más acorde a su nivel.
Thornafire.
Thornafire.
Como decía, Incantation partió sin mayor preámbulo y lo único realmente rescatable de su show fue el sonido, que estuvo a la altura. No sonaba demasiado fuerte, ni saturado, además que cada canción se entendía perfectamente. Una hora de show hubiera sido del gusto de todos, pero lamentablemente quedamos con las ganas.
Funerus.Con respecto a las bandas chilenas, bueno, Denying Nazarene (¡buen nombre aquel!) me sorprendió gratamente con su chacal death metal demoledor y al hueso. Definitivamente, cero sutileza con estos muchachos. Por su parte, Thornafire, que reemplazó a TottenKorps, banda que se bajó del cartel original, hizo lo suyo con su death metal más técnico y no tan asfixiante como el de Denying. Ambas bandas, un buen aporte a lo que pudo haber sido un recital mucho más memorable. De hecho me atrevo a decir que estas dos bandas fueron lo mejor de la noche, porque aunque Incantation hizo los suyo y sonó bien, no creo que haya convencido plenamente. Faltó más garra. Quizás, después de todo, la poca concurrencia hizo lo suyo en el ánimo de la legendaria banda.
Jill McEntee de Funerus backstage.
Volviendo a Funerus… habrá que esperar para otra ocasión, si es que llega a materializarse. Por ahora, quedamos con las dudas.