Intro
El Festival Party-San se hace en un pueblo llamado Bad-Berka que queda relativamente cerca de la ciudad de Frankfurt desde el Oeste y Leipzig desde el Este. Es mucho más pequeño que el Wacken, con menos bandas, un solo escenario principal, menos concurrencia (se estima en 10.000), pero claramente más especializado. En Party-San todo es chacalidad. Aquí no hay bandas de neo classical heavy metal. Aquí la tendencia es hacia el death metal brutal, el black metal y el grindcore. Otra diferencia con el Wacken es que aquí no hay que decidir entre dos bandas para ver ya que las que se presentan lo hacen una tras otra en el mismo escenario.
Más Belphegor
La caminata dura unos treinta minutos. Al llegar deja de llover. Me separo de mis acompañantes y me dirijo al campamento de prensa. Mis amigos entran por la entrada principal que los saluda con un lienzo que dice “Welcome to Hell”. Recuerdo el lienzo que saludaba a los metaleros en el Wacken y que decía “Welcome Metalheads”. Aquí es “Welcome to Hell”.
Luego de armar la carpa tomo un descanso de cinco minutos y parto a ver las bandas. ¡Para eso he venido! Supuestamente César y Priscila, los dos chilenos con quienes también había ido al Wacken, andan por ahí.
Al igual que el Wacken el primer día de presentaciones, que es el jueves, se empieza tarde. En el Wacken había comenzado a las cinco de la tarde y aquí en el Party-San se hizo a las ocho. Van a ser las diez de la noche y Dying Fetus comienza a tocar. Yo todavía no entro en onda, considerando además que no sabía dónde estaban mis socios César y Priscila. Al poco rato me encontraría con ellos pero mientras tanto me acompaño con una rica chela, algo más barata que la del Wacken.
El malulo de Peter de Vader
Immolation... de culto
Termina Secrets of the Moon y ahora es el turno de Merciless, los legendarios y de culto Merciless que han de concluir las presentaciones por el día. Y al igual que en Wacken, el hueveo sigue toda la noche en la carpa disco.
Kreator in action!!!
Merciless es la primera banda de las que alcancé a ver ese día que logró entusiasmar de veras al público, aunque este entusiasmo no fue tan gráfico o evidente como en el Wacken. En el Party-San los fans son más fríos, y aunque se pueden ver algunos mosh, nunca queda la cagada. No pasó con Merciless ni con ninguna otra banda. La mayoría de los fans simplemente mira el show, sin moverse, y bastante estáticos. Puede ser que la lluvia haya aguado los ánimos. Sea como fuere, el Party-San es más tranquilo que el Wacken a pesar de que la música del primero es mucho más chacal.
El tío Mille, de Kreator, Ídolo.
De nuevo el tío Mille.
Segundo día
Despierto a eso de las nueve de la mañana, abro mis ojos a un nuevo día, esperando ver el sol, pero al abrir el cierre de la carpa me percato que están cayendo pequeñas gotas y una niebla se extiende para todos lados. Mala cueva. Y hoy toca un día pesado. Las bandas a ver son Lay Down Rotten, Korades, Cliteater, Red Harvest, Equilibrium, Belphegor, Vader, Bewitched, Die Apokalyptischen Reiter, Immolation y Kreator. O sea, un cartel como para quedar tirado.
Haemorrhage, banda española Grindcore... ¡De pelos! como diría Bart
Para no hacer de este reportaje algo eterno les comentaré sobre algunas bandas, las que más me impresionaron. Empezando por Cliteater. ¡No creo que sea necesario explicar que diablos significa eso! Bueno, esta banda de Holanda se especializa en un death metal más tirado para el grindcore, con canciones de corta duración, de escasa técnica, pero chacales a más no poder. Destaca en la banda su guitarrista mujer. Este grupo me pareció muy entretenido para ver en vivo, ya que su show es muy potente. Recomendables.
Equilibrium, a quienes yo esperaba ver caminando en la cuerda floja mientras hacían malabarismo no me dijo gran cosa y ni siquiera puedo recordar muy bien qué onda eran. De hecho para cuando estaban tocando yo y los otros dos chilenos fuimos backstage a ver si pillábamos a alguna estrella del metal. Logramos sacarnos fotos con un compadre de Immolation, Ventor de Kreator, y con el mismísimo Mille Petrozza, entre otros. Aprovechamos también de recargar el estanque chelero.
Esto si es que es estar embarrado. ¡Maestro! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Un ejemplo a seguir!!!!!!!!!
De ahí nos fuimos a ver a Belphegor, que nuevamente volvieron a sorprenderme con un show sólido. No son la mejor banda del universo, pero sus dos presentaciones, tanto en Wacken como Party-San dejan un grato recuerdo. Al igual que el día anterior el público observa silencioso, y sólo se ven un par de mosh, y nada más. No lo había dicho anteriormente, pero el sonido es excelente. Esto no es algo en lo que haya que ahondar apenas. Un sonido excelente es algo aquí que se da por sentado.
Una familia metalera. ¿Y si después al cabro chico le gusta el rap?
Empieza a caer la noche y es el turno de Vader. Yo ya había tenido la oportunidad de ver dos veces antes a Vader en Chile, por tanto no me siento muy entusiasmado con su presentación, aunque de todas maneras los veo y disfruto con su potente show.
Luego es el turno de Bewitched, los clásicos Bewitched. Algo de rock and roll malévolo para animar la noche, pero yo realmente quiero ver a Immolation. Nos saltamos Die Apokalyptischen Reiter, que es una banda alemana que está dejando la cagada actualmente. Su estilo es bien particular y difícil de catalogar. Su vocalista tiene un timbre que recuerda al tío Tom de Sodom, la música recuerda a momentos también a Rammstein y hay algo de la velocidad de Slayer en algunas canciones. Y está todo mezclado. Son, desde luego, una banda interesante y que no estaría mal que chequearan si es que no la conocen. Creo que no vimos a este grupo porque estábamos carreteando con el socio Carlos “Paja” Aguilar, nuestro amigo chileno conocido por sus tatuajes, quien nos invitó un trago muy bueno que se llama Jägermeister, con 35 grados de alcohol y con un sabor que a buenas y primeras recuerda un jarabe para la tos. ¡Yo me traje unas muestras a Chile! No lo había comentado anteriormente, pero sí nos encontramos con un chileno, precisamente con Carlos, que además de invitar el Jägermeister se rajó con varias chelas. Desde aquí, gracias compadre.
Melechesh
Y es este nuestro día de carrete, aunque de todas maneras estamos atentos a Immolation, a quienes yo tengo ganas de ver más que nada por el estatus de culto que goza la banda ya que nunca me he involucrado con su música mayormente.
Finalmente es hora de Kreator. Como de costumbre, no faltan los imperdibles clásicos. “Pleasure to Kill”, “Extreme Aggression” y “Flag of Hate” concitan la mejor respuesta del público hasta el momento. Y aunque la presentación de Kreator no resulta para nada sorpresiva o novedosa, logra ser acreditada como de lo mejor del día.
El lienzo deja en claro que se trata de Melechesh.
Tercer y Último día
Las bandas para el día de hoy son Interment, Leng Tch´e (vaya a saber que cresta significa eso), Black Dahlia Murder, Haemorrhage, Melechesh, Primordial, Grave, Korpiklaani, Asphyx, Gorgoroth, Malevolent Creation y F.U.C.K. Al final se caería esta última banda del cartel debido a la imposibilidad de los tipos en llegar al festival.
Al igual que ayer el día está horrible, y aunque no llueve torrencialmente, caen gotas y hay barro por todas partes. Al salir de sector de prensa en dirección al baño, maquinaria pesada trata de despejar las vías de acceso. Un cuarto para las dos y ya estoy parado dentro del recinto para ver a Interment, a quienes apenas cachaba. Ellos tocan un death metal old school. Luego vería a Leng Tch´e, banda potente y agresiva con algunos toques hardcore. Primera vez que oigo siquiera hablar de ellos.
¡Asphyx!
Black Dahlia Murder continúa destruyendo tímpanos, repitiéndose el plato ya que también había estado en Wacken. Comienza a llover nuevamente, y con fuerza, pero la banda sigue tocando como si no hubiera mañana con su vocalista tratando de animar a los fans, a los pocos valientes, algunos con paraguas, que están en las primeras filas. La banda recibe aplausos y a mí me dejan satisfecho. Esta es una buena banda, divertida, con garra y con un arsenal de temas chacales que no dejan indiferente a nadie. Súmese a eso un buen nivel técnico y lo que tenemos es una banda de calidad. Notable que los tipos sean de Estados Unidos puesto que su música está inspirada en el sonido europeo, especialmente el que proviene de Suecia.
Asphyx and the fuckin´ flame from hell!!!!
Sigue la diversión con los españoles Haemorrhage. A estos cabros no los había visto ni en pelea de perros y me causaron una muy buena impresión. Su show es de antología. Su vocalista aparece en escena bañado en sangre falsa y hace como que se come su propia carne, rasgándola de los brazos o estómago. El guitarrista está vestido como cirujano y hay sangre en su ropa. Y unos fans vestidos completamente de blanco y con la leyenda “I´m a pathologist” en la espalda vacilan cada uno de los temas de esta banda grindcore chacal que no deja indiferente a nadie. Musicalmente no son la gran cosa pero el show que ponen es increíble. Mucho circo, mucho espectáculo, con el vocalista anunciando las canciones más o menos así: “Bueno, ahora vamos a hacer un cover de Christina Aguilera pero en nuestro estilo” y van y empiezan a tocar una huevada chacal a cagar.
Los malévolos y súper satánicos Gorgoroth. Oooooohhhhhhh que susto, ooooohhhhhhh
Sigue la jornada sin parar, sin descanso, y perfilan primero Melechesh, segundo Primordial, luego los legendarios Grave, para pasar de ahí a Korpiklaani. Esta banda es la única de todas las que se presentan que escapa a la brutalidad incesante y a veces asfixiante del resto del cartel. Su mezcla de death metal con folk pintoresco en la vena de Finntroll y similares anima a la concurrencia que los vacila con devoción. Hay algo del folk nórdico que en Europa pega mucho. Yo había escuchado un par de discos de esta banda y no me había causado gran impresión. Pero independiente de mí aquí logran entusiasmar a todo el mundo. Al mismo tiempo resulta un descanso a los oídos.
El tío Gaahl. No se puede ser más malo que el tío Gaahl.
Pero ese descanso dura poco. Es turno ahora de Asphyx. Sí, Asphyx. Y esta si que es una banda que jamás pensé ver en vivo. La daba por muerta, pero no, todavía está dándole al asunto a pesar de que no ha sacado disco nuevo desde el 2000. Mayor sorpresa fue percatarme de que en sus filas está de vuelta Martin Van Drunen, el mismo compadre que cantó por allá en el 88 y 89 en los dos primeros discos de Pestilente. ¡Cómo no reconocer el vozarrón característico de Drunen! Esta presentación de Asphyx queda en mi memoria como otro punto culmine de esta aventura que fue ir al viejo continente.
Y bueno, son las once de la noche más o menos y ahora es el momento de la maldad absoluta. Es turno de Gorgoroth, con el tío Gaahl liderando a esta malévola y perniciosa banda. Aparecen los músicos en escena con un fondo de luces rojas, luces que imitan el fuego del infierno, y allí está Gaahl, con dos muñequeras con clavos, una cruz invertida al pecho de gran tamaño y pintado para la ocasión. Tengo la oportunidad, como había sido con cada banda del Party-San, de entrar al pit para una canción y sacar fotos y es eso lo que hago. Tengo a Gorgoroth a un metro de distancia y realmente intimida, especialmente Gaahl que es un tipo que no me lo imagino ni riendo ni echando la talla. Añadamos al cuadro el fuego que sale de unos tambores puestos frente al escenario y la escena es infernal.
Más Gorgoroth
Seco y frío, Gaahl no demuestra ninguna flaqueza humana. Grita como un endemoniado y pasa de un tema a otro sin intercambiar ni una sola palabra con el público. Los demás músicos tampoco lo hacen. No es el estilo de Gorgoroth, y todo eso no hace más que agrandar el mito. Me quedo estupefacto viendo a la banda tocar, cosa que no había podido hacer antes. De hecho me los perdí la primera vez que fueron a Chile. Pero dejando de lado toda la parafernalia y la puesta en escena, tengo que decir que Gorgoroth es realmente una buena banda. Tiene buenos temas, con onda, y Gaahl grita como pocos. La música es lo más cercano a una guerra termonuclear, pienso. ¿Se puede ser más chacal? Al menos por pinta, no lo creo. El público responde con fervor, y tan pronto como llega se va la luz maligna de Gorgoroth. Se acabó. Y nada de chaos. Gorgoroth se ha hecho presente. La vara la ha dejado alta.
Gaahl and the fire!!!!!
¿Quién está a la altura para tocar después de Gorgoroth? No es cosa de tirar a cualquier banda de segunda. ¿Que tal Malevolent Creation? Claro, no son black metal, no salen pintados ni con cruces al revés, ni nada, pero puta que son buenos y brutales. Esta es la banda que he estado esperando todo el día y el mayor de los motivos por estar en Party-San. Tengo las expectativas por el cielo ¿o infierno? y no quiero ser decepcionado. Comienza Malevolent Creation. La guerra ha comenzado. Recuerdo que tocaron “Blood Brothers” y un tema de The Ten Commandments, pero lo que quedará por siempre en la retina será el momento en que la banda tocó “The Will to Kill”. Yo alucino la canción como cabro chico. ¡Es una de mis canciones favoritas de Malevolent! Me cuesta creer que me hayan dado en el gusto. Simplemente espectacular.
Malevolent Creation
Supuestamente luego vendría F.U.C.K., pero como ya había comentado, se cayeron del cartel a última hora. Y esa banda no fue la única que se cayó. Ya Cephalic Carnage, Deicide, Funebrarum, Old y Driller Killer se habían caído antes de que siquiera empezara el festival. De todos ellos, para mí lo más lamentable fue la cancelación de la presentación de Cephalic Carnage.
Un nuevo día
A las seis de la mañana ya estaba empacando mis cosas y listo para partir a un nuevo destino. El día está radiante. ¡Justo ahora se le ocurre salir al sol! La música sigue, a lo lejos, se escucha. Proviene de la carpa “disco”, donde seguía la parranda luego de las presentaciones en vivo. Me cuesta creer que están tocando temas de Abba. Alrededor mío siguen en pie las carpas y la mañana recién se sacude de su letargo. Todo el conjunto me parece surrealista. Ha pasado la tormenta, he sobrevivido al infierno. Primero el Wacken. Luego el Party-San. No quiero más guerra. Ha sido una sobredosis, una sobredosis de metal a la vena. No hay quejas. Ha sido intenso, inolvidable. Me voy cansado, pero contento. Me prometo volver algún día. Quizás no el próximo año ni el que viene. Por ganas no me quedo.
Finalmente, solo me queda por decir que si están pensando en ir al menos al Wacken tírense a la piscina y vayan. Junten plata, pidan un préstamo, jueguen al Kino, no lo sé. No se arrepentirán. La vida es una sola. Aprovéchenla y disfrútenla.