Vader – Marduk
Teatro Novedades
26-03-2008 20:00 hrs.
Después del receso del verano, y con varios meses con este bendito blog más abandonado que la cresta, nada mejor que comenzar el año metalero con una dosis potente de metal extremo a la vena. Y qué mejor que con dos bandas legendarias dentro del death y black metal, Vader y Marduk, respectivamente.
Como muchos sabrán ambas bandas ya habían tocado en Chile años atrás aunque por mi parte no había tenido anteriormente oportunidad de ver a Marduk. Desde luego, estaba muy interesado en ver su presentación. Quería saber que tan chacales eran estos cabros, ver si podían en vivo replicar toda la malévola misantropía sónica de estudio.
Francamente debo decir que quedé algo decepcionado. Esperaba más, pero a ratos la banda cambiaba tan radicalmente de dirección que parecía como si fuera otra banda, no la de antaño. Esto lo sentí especialmente con la canción “Imago Mortis” que aparece en el último disco. Estaba escuchando atento y de pronto se me vino la imagen de Motörhead y su canción “Orgasmatron”. Lo comentamos luego con su par de chelas y no fui el único que tuvo la misma impresión. Ambas canciones se parecen mucho. Jamás me hubiera imaginado de parte de Marduk una canción como esa, con onda, media pichanguera y casi festiva. Lo cierto es que yo iba con la idea de que Marduk iba a arrasar con todo, lanzando lo más feroz de su arsenal, tocando a mil por hora todo el tiempo. La banda optó por matizar el show, cosa natural y no necesariamente nefasta, pero definitivamente yo esperaba mayor chacalidad. Obvio que hubo temas metralleta y con sonido a califont prendido a máxima potencia, como el clásico “Panzer Division Marduk”, que fue, tal como habría de esperarse, uno de los cortes que más dejaron contentos a los incondicionales fans.
Otra cosa interesante fue notar cómo la voz de Mortuus se iba apagando en la medida que pasaban las canciones. Partió el show destrozándose la garganta y de a poco fue bajando la intensidad de los gritos. Ahora, por el lado del sonido, nada que decir, excelente tomando en consideración que Teatro Novedades no es precisamente un Radio City Music Hall. Supe que habían cambiado equipos. Quizás eso influyo mucho. Sin embargo Marduk no sonó tan potente como Vader, cosa que también me sorprendió.
Vader, que tocó antes de Marduk, cumplió a cabalidad con lo que se esperaba de ellos. Lanzaron su arsenal corrosivo y estuvieron machacando los tímpanos de los fans sin compasión. “Dark Age”, “Sothis”, “Reign Forever World” y “Helleluyah!!! (God is Dead)” fueron puntos altos. Pero más allá de las canciones lo que más me llamó la atención fue darme cuenta de que los solos de guitarra de Peter se escuchaban excelentemente bien, con nitidez insuperable. Cuantas veces no sucede que los solos de guitarra, cuando los hay, se pierden bajo las capas de sonido del bajo, batería y guitarra rítmica. Aquí cada maldita nota se escuchó bien y claramente. Excelente.
Lo que no me pareció excelente fue que tocaran dos covers. Geniales covers, sin lugar a dudas, siendo uno de Black Sabbath y el otro de Slayer, infalibles y con los cuales cualquier banda en el mundo puede garantizarse que al menos va a tener respuesta favorable si los toca, pero por muy buenos que sean esos covers creo que en el caso de Vader son innecesarios. Vader, que ya lleva más de 20 años en esto, con un montón de discos, no necesita recurrir a un recurso tan fácil. Los covers salieron muy bien, y con “Raining Blood” el recinto se vino abajo, más que con cualquier otra canción, lo que en cierta manera es algo triste. Yo prefiero mil veces a una banda mala que se la juegue por sus temas propios que escuchar una banda buena que es copia de algo. No faltará el día que nazcan las bandas tributo de las bandas tributo. Espero que jamás se llegue a tal nivel de chacreo.
En síntesis, analizando el recital en su totalidad, por supuesto que estuvo bueno. Potente, con buen sonido, al hueso y absolutamente aniquilador la mayor parte del tiempo. Además que para los fans el ver dos bandas de peso por el precio de uno fue, creo yo, el mejor regalo.
Teatro Novedades
26-03-2008 20:00 hrs.
Después del receso del verano, y con varios meses con este bendito blog más abandonado que la cresta, nada mejor que comenzar el año metalero con una dosis potente de metal extremo a la vena. Y qué mejor que con dos bandas legendarias dentro del death y black metal, Vader y Marduk, respectivamente.
Como muchos sabrán ambas bandas ya habían tocado en Chile años atrás aunque por mi parte no había tenido anteriormente oportunidad de ver a Marduk. Desde luego, estaba muy interesado en ver su presentación. Quería saber que tan chacales eran estos cabros, ver si podían en vivo replicar toda la malévola misantropía sónica de estudio.
Francamente debo decir que quedé algo decepcionado. Esperaba más, pero a ratos la banda cambiaba tan radicalmente de dirección que parecía como si fuera otra banda, no la de antaño. Esto lo sentí especialmente con la canción “Imago Mortis” que aparece en el último disco. Estaba escuchando atento y de pronto se me vino la imagen de Motörhead y su canción “Orgasmatron”. Lo comentamos luego con su par de chelas y no fui el único que tuvo la misma impresión. Ambas canciones se parecen mucho. Jamás me hubiera imaginado de parte de Marduk una canción como esa, con onda, media pichanguera y casi festiva. Lo cierto es que yo iba con la idea de que Marduk iba a arrasar con todo, lanzando lo más feroz de su arsenal, tocando a mil por hora todo el tiempo. La banda optó por matizar el show, cosa natural y no necesariamente nefasta, pero definitivamente yo esperaba mayor chacalidad. Obvio que hubo temas metralleta y con sonido a califont prendido a máxima potencia, como el clásico “Panzer Division Marduk”, que fue, tal como habría de esperarse, uno de los cortes que más dejaron contentos a los incondicionales fans.
Otra cosa interesante fue notar cómo la voz de Mortuus se iba apagando en la medida que pasaban las canciones. Partió el show destrozándose la garganta y de a poco fue bajando la intensidad de los gritos. Ahora, por el lado del sonido, nada que decir, excelente tomando en consideración que Teatro Novedades no es precisamente un Radio City Music Hall. Supe que habían cambiado equipos. Quizás eso influyo mucho. Sin embargo Marduk no sonó tan potente como Vader, cosa que también me sorprendió.
Vader, que tocó antes de Marduk, cumplió a cabalidad con lo que se esperaba de ellos. Lanzaron su arsenal corrosivo y estuvieron machacando los tímpanos de los fans sin compasión. “Dark Age”, “Sothis”, “Reign Forever World” y “Helleluyah!!! (God is Dead)” fueron puntos altos. Pero más allá de las canciones lo que más me llamó la atención fue darme cuenta de que los solos de guitarra de Peter se escuchaban excelentemente bien, con nitidez insuperable. Cuantas veces no sucede que los solos de guitarra, cuando los hay, se pierden bajo las capas de sonido del bajo, batería y guitarra rítmica. Aquí cada maldita nota se escuchó bien y claramente. Excelente.
Lo que no me pareció excelente fue que tocaran dos covers. Geniales covers, sin lugar a dudas, siendo uno de Black Sabbath y el otro de Slayer, infalibles y con los cuales cualquier banda en el mundo puede garantizarse que al menos va a tener respuesta favorable si los toca, pero por muy buenos que sean esos covers creo que en el caso de Vader son innecesarios. Vader, que ya lleva más de 20 años en esto, con un montón de discos, no necesita recurrir a un recurso tan fácil. Los covers salieron muy bien, y con “Raining Blood” el recinto se vino abajo, más que con cualquier otra canción, lo que en cierta manera es algo triste. Yo prefiero mil veces a una banda mala que se la juegue por sus temas propios que escuchar una banda buena que es copia de algo. No faltará el día que nazcan las bandas tributo de las bandas tributo. Espero que jamás se llegue a tal nivel de chacreo.
En síntesis, analizando el recital en su totalidad, por supuesto que estuvo bueno. Potente, con buen sonido, al hueso y absolutamente aniquilador la mayor parte del tiempo. Además que para los fans el ver dos bandas de peso por el precio de uno fue, creo yo, el mejor regalo.