
1989 definitivamente fue un excelente año en términos musicales. No sólo
Sepultura lanzó un disco importantísimo dentro de la historia del metal, sino que
Dark Angel hacía lo suyo con un álbum que a pesar de no haber gozado jamás de la fama de
Beneath the Remains se convertiría, y no sin justa razón, en un clásico de culto para metaleros que fueron un poco más allá de Metallica y Megadeth. Un disco que nadie que escuche metal puede darse el lujo de no escuchar.