Y bien, se fue otro año de recitales internacionales. Cerca de cincuenta actos que están más o menos dentro del espectro que abarca esta página se hicieron presentes en Chile y estuvimos presentes en cerca de la mitad de ellos.
Veamos. El año partió malévolamente con Deicide, que se presentó por tercera vez en Chile y sonando por tercera vez mal. Luego se presentó Metallica en el Club Hípico frente a más de cincuenta mil personas. Ese recital estuvo espectacular y yo tuve la suerte de que me regalaran un pase a cancha Vip, a la vilipendiada cancha vip. De ahí pasamos a tres recitales que se hicieron en el Rock & Guitarras, me refiero a Obituary, Municipal Waste y Benediction. Lamentablemente nunca ningún recital internacional es espectacular si se hace en el Rock & Guitarras. ¿Por qué? Porque ahí nunca el volumen es como debiera ser en un verdadero recital. Después de esa tripleta en ese local pasamos a Overkill. La banda americana pisó por primera vez en su historia suelo chileno y ofreció un tremendo recital en el Teatro Teletón. Ese sí que sonó como un verdadero recital, con la potencia que amerita un recital especialmente si es de música metalera. Así, cada vez que voy al Rock & Guitarras quedo como con la sensación de que algo faltó. Sé que muchas veces las bandas que nos visitan no venden suficientes entradas como para justificar una localidad más grande, pero aún así ver a Benediction, por ejemplo, en el Rock Y Guitarras es ver a la banda sólo en el 75% de su real capacidad. Y hablando de Benediction, ese mismo día tocó Dream Theater. Recuerdo que tenía dos invitaciones para ir a ver a los americanos pero mi lado death metal siempre es más fuerte y preferí ir a ver a Benediction. ¿Qué paso con las invitaciones? Se las regalé a mi hermana para que fuera con su esposo. ¡El cariño empieza por casa!
Pasaron sin que siquiera me percatara en su momento los americanos Suicide Silence. ¿Por qué nunca supe que tocaron? ¡Ah, de veras, andaba pasando por un mal momento! Jajaja. Bueno, son huevadas que pasan. De Suicide Silence he escuchado un par de temas y me parece una banda muy interesante. Los tachan de “deathcore”. Sé que ese nombre le caga la onda a muchos, pero a mí lo único que mi importa de una banda es sí me dice algo o no independiente del estilo o como quiera que nos guste llamar a lo que hacen.
Me perdí The Gathering. Ahora que recuerdo bien no fui a ese recital porque no me calentó ir a ver a esa banda sin Anneke Van Giersbergen. The Gathering sin ella no es The Gathering. Tampoco fui a Epica, a quienes ya había visto antes. Volví a las pistas con Megadeth, quienes presentaron en el Movistar Arena el Rust in Peace completo. Difícil que Megadeth supere eso alguna vez. De ahí fue el turno de Suffocation y Napalm Death, que tocaron juntos en un show bastante bueno. Ambas bandas ya habían estado en Chile. Quienes pisaron Chile por primera vez fue Manowar. Dieron un show potente pero que no fue del gusto de muchos en cuanto al setlist. “Tocaron puras huevadas y no los clásicos” fue lo que más se dijo de ese recital. Decepcionante. También debutaron en Chile ZZ Top: ese recital fue en Movistar Arena. Lo que se queda en la retina de ese recital fue lo tranquilo que fue, demasiado.
Lo peor del año
Lo peor del año se reparte en dos recitales y por razones distintas. Como espectáculo puro, el peor show del año fue el de Monstrosity en Chile. Sonó como el forro. Uno de los peores recitales que me ha tocado presenciar. El local no acompañaba, la banda se fue en mala con el público y vice-versa. Todo mal. Watain también comparte el premio a lo peor del año. Recalco que no fui a ese show, pero me contaron lo que sucedió allí con los compadres que andaban con cuchillos y navajas tajeando a los fans. ¿Qué chucha es eso? Súmese a eso que el vocalista se retiró del escenario luego de la tercera canción debido a que al parecer estaba enfermo y recuperándose de una feroz resaca y ya tenemos un show para el olvido.
¿Lo mejor del año?
No me gusta mucho la idea de elegir el mejor recital del año porque rara vez encuentras bandas que sean comparables. Uno podría decir que Rush fue lo mejor del año, ¿pero cómo comparas Rush con, por ejemplo, Death Angel? No puedes comparar peras con manzanas. Elegir lo peor es más fácil, porque si un show, independientemente de la onda que sea, no funciona, uno puede llegar a concluir que fue malo, pero insisto que no tiene mucha validez comparar bandas de estilos dispares para elegir si un show fue mejor que otro. Lo único que puedo llegar a concluir es que sin lugar a dudas el recital de Rush fue el show más esperado del año. Con una puesta en escena con la que simplemente no se puede competir, Rush fue la banda del 2010. Miles considerarán que fue el mejor show del año, y sí, como show propiamente tal podemos decir que fue el mejor, pero aún así no me convence esto de elegir “lo mejor”.
Con respecto a Rush debo decir algo que hace rato he querido decir. ¡Vaya que hay gente posera en este país! Yo juraba que para Rush iban a estar los fans y sólo los fans de Rush, pero hablando aquí y allí con diversas personas y en distintos ámbitos descubrí que hay muchos compadres que no son fans de Rush pero que fueron igual al recital a pesar de que no conocían más que “Tom Sawyer” porque era el lugar donde tenían que estar. "Snobs musicales", "Cuicos faranduleros poseros", “huevones que no cachan ni una y se las dan de rockeros”, “poseros”, “falsos fans” son las palabras que se me vienen a la mente ahora para catalogar a esas personas. No había hecho la analogía, pero al igual como hay gente que compra autos caros sólo para que los demás vean lo exitosos que son, hay gente que estuvo en Rush cancha Vip sólo porque era “taquilla” estar allí. Encuentro aquello francamente patético. Onda get a fuckin’ life! Esos son los mismos huevones que van a U2 y pagan 200.000 pesos por la entrada, aunque no les guste mucho U2. Así le dicen al mundo: “mira todo lo exitoso que soy, puedo comprar una entrada de doscientos mil pesos”. Es cosa de hablar con ellos un par de minutos y descubres que no tienen idea ni siquiera dónde tienen la raja.
Siguiendo con los recitales, Scorpions tocó por tercera vez en Chile y esta vez dentro del marco de un farewell tour. Se supone que ya la banda no va a tocar en vivo nunca más. El tiempo dirá, porque a los músicos sólo les puedes creer a medias. Pasan cinco años y luego vuelven a las pistas. Lamb of God estuvo interesante, a pesar de que hacen un metal que no es de mi total agrado, pero en vivo la banda es una máquina, lo mismo con Queens of the Stone Age, quienes se presentaron en el festival Maquinaria. No esperaba mucho de ellos pero me llevé una grata sorpresa con su show. A Rage Against the Machine no los fui a ver porque no me interesa su música y lo mismo va para Suicidal Tendencies, Rammstein y Rhapsody of Fire. Fui a Twisted Sister. Un show lleno de nostalgia y muy entretenido. Dee Snider incitando al público a cantar "huevos con aceite" no será olvidado. Anthrax fue la gran sorpresa del año. Dio un tremendo show. No lo olvidaremos. Yo no daba un peso por ellos, pero me convencieron al final. De todas maneras, Anthrax ya se subió definitivamente al vagón de los éxitos del ayer y no creo que hoy en día tenga mucho que decir en términos musicales. A Halford me lo perdí por enfermedad. Me contaron que fue poca gente. Violator demostró que el thrash está de nuevo pegando fuerte en Chile y que de todas las vertientes del metal es una de las más populares y la que más gente lleva a recitales. Violator tocó en Santiago y Quilpué.
Finalmente, Cradle of Filth tocó por segunda vez en Chile y esta vez su show fue de calidad, superando con creces la primera visita del 2004 en el ahora inexistente Gimnasio Nataniel.
Esperemos que el 2011 se venga con muchos otros recitales y que se dejen caer bandas que nunca han venido a Chile. Kataklysm, Cryptopsy, Devin Townsend, Annihilator, My Dying Bride, son sólo algunos de los nombres de bandas insignes que espero ver algún día.