Anvil – Primal Fear
Sábado 26 de Febrero de 2011. 20:00 hrs
Teatro Caupolicán.
Banda Invitada: Devil Presley
Anvil es una banda canadiense que lleva más de treinta años de existencia y que ha editado trece discos de estudio y uno en vivo. Son conocidos más que nada por nunca haber llegado a los pináculos de la fama y el éxito de bandas contemporáneas y no por su música. De hecho el interés por la banda volvió a renacer en el año 2007 gracias a la película que relata su historia y que incluso ha ganado premios y recibido excelentes críticas. Aquella película, que para algunos muestra una historia sufrida de cómo dos tipos van contra viento y marea para hacer sus sueños realidad a como dé lugar, es para otros una patética muestra de dos tipos fracasados que sólo a través de la explotación de su miseria lograron finalmente lograr que el mundo les pusiera los ojos encima y los pescaran de una vez por todas a pesar de que en los ochenta la banda tuvo sus quince minutos de fama y simplemente no pudo mantenerse en el ojo público debido a malas decisiones de negocios y otras razones. De cualquier modo y dejando de lado todo aquello y concentrándonos exclusivamente en la música de Anvil descubriremos que es una buena banda metalera pero que de ninguna forma es el eslabón perdido o la quintaesencia del metal. No hay que confundirse, Anvil es bueno, pero no es excelente. Quizás esa sea una de las razones por las que no se hicieron más famosos y exitosos, aunque hay que destacar que Kiss, por ejemplo, tampoco es ninguna maravilla pero vaya que llegaron lejos. A Anvil simplemente no le tocó la fortuna que a otros sí. Mala suerte, así es la vida. Unos ganan, otros pierden. Y por último, Anvil es lejos más famoso que miles de bandas y se ha dado el gusto de tocar por todo el mundo. Quizás el problema de Anvil se pueda traducir simplemente a un asunto de falsas expectativas. Llegaron hasta donde llegaron y punto. Que Gene Simmons se acueste con mil minas y viva en una mansión, bien por él. Si los compadres de Anvil tienen que volver a sus trabajos de poca monta en Canadá, puta, mala cueva. No olvidemos que hay compadres en sillas de rueda que ni siquiera pueden mover los brazos. Así que no seamos mal agradecidos con lo que la fortuna nos ha entregado, como la fortuna de ver finalmente en Chile a Anvil. Puta, buena onda. Yo salí del empacho pues realmente me interesaba ver a esta banda porque independientemente de todo, sigue siendo una banda de culto. ¿Sacaría el vibrador el vocalista y guitarrista Steve “Lips” Kudlow como antaño? Sip. Lo sacó para la canción “Mothra”, que se extendió bastante más que la versión de estudio. Agarró el vibrador y tocó la guitarra con él. ¿Tocaron los clásicos? Sip. No faltó “Metal on Metal”, ni “School Love”, ni “Forged in Fire”, ni el excelente instrumental “March of the Crabs”, que a todo esto abrió el show. Y eso fue Anvil. Una hora y cuarto de show, empezando a las 11:00 p.m. en punto, un sonido decente y crudo que era fiel a los registros en vivo de antaño y con un Lips haciendo morisquetas y poniendo cara de loco arriba del escenario. Anvil en pleno. Cabe destacar que me sorprendió lo bien que sigue tocando Robb Reiner la batería. En resumen, el show estuvo entretenido y lo pasamos bien, entregando Anvil lo que esperábamos de ellos aunque para ser primera vez en Chile y Sudamérica debieron haber sido un poco más generosos con las canciones y haber tocado más rato.
Como dato anecdótico y algo triste, debo mencionar que harta gente se fue del Caupolicán una vez finalizada la presentación de Primal Fear. Triste, porque aunque Anvil sigue siendo una banda de culto a pesar de todo y había que verla. Pero bueno, que cada uno haga lo que quiera.
Vamos a Primal Fear. Bueno, no soy muy fanático de esta banda pero de todas maneras la vi porque siempre me interesa ampliar mi horizonte musical y conocer y ver en vivo la mayor cantidad de bandas posibles. Primal Fear visitaba Chile por primera vez al igual que Anvil y en la hora que tocó se mandó un set del cual distinguí “Chainbreaker” y “Battalions of Hate”. Y hasta allí llegaba mi conocimiento de esta banda. Sin embargo debo destacar que la canción “Fighting the Darkness” me sorprendió bastante. Nunca antes la había escuchado y me pareció excelente. A pesar de no ser fan debo reconocer que la banda es buena y que sus músicos son bastante versados en sus instrumentos. Pero es desde luego el vocalista Ralf Scheepers quien se roba la película con su potente y asombrosa voz. Algunos dicen que es un clon de Rob Halford, y de hecho es difícil escucharlo sin que se venga a la memoria el vocalista de Judas Priest. De hecho también hay en los riffs influencias de Priest pero Primal Fear se ha encargado de añadir elementos de su propia cosecha, como el uso de teclados en sus discos de estudio y que en vivo reproducen a través de pistas regrabadas, alejándose de la crudeza de Priest. Además, hay un sonido más “happy” en los alemanes que Judas simplemente no tiene y nunca ha tenido.
Estuvo bueno Primal Fear y salvo un pequeño problema con el micrófono de Scheepers todo sonó bastante bien. Escuché a alguien decir que había sonado como el forro, pero al menos a mí me pareció que todo estaba bien.
Devil Presley fue la banda encargada de abrir el evento. Vi poco de ellos por llegar tarde al local y ni siquiera tenía idea que tocaban. No los cacho mucho, así que lo único que puedo decir es que es una poderosa banda de rock muy duro y muy sucio, pero lo de ellos definitivamente no es metal. De hecho me sorprendió verlos como teloneros ya que no son ni de la onda de Anvil ni de la de Primal Fear y suele ocurrir que los teloneros son más o menos de la onda de los platos principales. De todas maneras el público le brindó su apoyo porque a pesar de no ser metal los cabros son bien ruidosos.
Anvil Setlist (Me faltan dos temas)
March of the Crabs
666
School Love
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This is Thirteen
Mothra
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White Rhino
Forged in Fire
Mad Dog
Metal on Metal
Jackhammer
