viernes, marzo 03, 2006

Sodom y Nuclear Assault en Sao Paulo, Brasil.

Sodom - Nuclear Assault
Domingo 20 de Febrero de 2005
Direct TV Music Hall, Sao Paulo, Brasil
Tumba Productions

Las fechas del tour sudamericano de Sodom incluyeron las ciudades brasileras de Brasilia, Belo Horizonte, Sao Paulo y Porto Alegre. Luego vendrían las fechas de Lima, Perú, y Bogotá, Colombia. Nuclear Assault acompañaría a Sodom en esta gira solamente por tres fechas, todas dentro de Brasil. El show de Sao Paulo era la última donde estas dos grandes bandas del thrash harían de las suyas. Y como lamentablemente este tour no incluyó a Chile, la cita del día 20 era la última para pillar a Nuclear tocando "relativamente" cerca. Quizás la última oportunidad para poder ver a la banda alguna vez. ¿Cómo no sacrificarse e ir a ver a los cabros? Yo, que soy tan sacrificado, hice acto de fe metalera y me lancé en la aventura de ir a Sao Paulo para poder hacer una nota del evento y ojala lograr una entrevista. Esto último no se pudo concretar, pero pude al menos sacar algunas fotos no sólo del show sino que de algunos miembros de Nuclear también. Era tercera vez que la banda gringa pisaba tierra brasilera, y la segunda para los alemanes. ¡Había que estar ahí!

Primera Parte: ¿Por qué no?

En un ataque de locura, y aprovechando varias situaciones favorables que se dieron al mismo tiempo, como el estar de vacaciones al momento de la gira, y el de disponer de algunos ahorritos que estaban destinados a cosas superfluas y banales como una casa y un auto, es que decidí invertir mi plata en algo realmente importante, como ir a ver a Nuclear Assault. ¡Hay que tener las prioridades en orden! En fin, rompí el chanchito y partí a Brasil a verlos. ¿Y Sodom? Mmmm. Después del lamentable show que presentaron años atrás en el Gimnasio Nataniel, donde también tocaron Broken Hope y las bandas chilenas Execrator, Sadism y Santoad, no tenía grandes expectativas para con Sodom. ¡Cuánto estaba equivocado! El show de ellos estuvo espectacular. Pero ya les contaré.

Todos los que alguna vez se han aventurado en un viaje a otro país saben que hay un montón de cosas que considerar ya que no se trata de una travesía a la vuelta de la esquina. Que el pasaje, que el Rut, que la Visa (para ir a Brasil no se necesita), que el equipaje, que la cámara, que el hotel, que los gastos, etc, etc, etc. Pero es latero hablar de esas cosas por tanto no voy a entrar en detalles, ya que mi intención es hacer de esta nota algo entretenido. Por otro lado está la experiencia de conocer lugares, caras y situaciones que posiblemente nunca más se volverán a repetir. Créanme que fue espectacular haber tenido la posibilidad de ver a Nuclear y Sodom en Brazil, y la experiencia da para mucho más que un comentario absolutamente concentrado en la presentación de las bandas. Claro, voy a eso en seguida. Pero es natural que muchos se pregunten: ¿Y cómo son los metaleros en Brasil? ¿Y son tan dedicados como acá? ¿Y cómo es el carrete? ¿Y cómo es un show allá? Es natural que uno haga comparaciones. Y yo se las comentaré. Pero como dijo Jack the Ripper, vamos por parte.

Segunda Parte: El esperado y ansiado recital

Se suponía que las puertas del recinto se iban a abrir a las seis de la tarde, que telonearía una banda local a las siete, que Nuclear saldría a las ocho, Sodom a las nueve, y que más o menos a las diez y media ya todo sería historia. No fue así. no tocó ninguna banda local, las puertas se abrieron como a las ocho, Nuclear subió a escena un cuarto para las diez, Sodom, una hora y media después, terminando todo cerca de la medianoche. Los que estábamos allí tuvimos que esperar bastante, pero la espera se hacía alegre gracias a unos carritos que pasaban ofreciendo cosas para comer y todo tipo de bebidas alcohólicas. Las cervezas iban y venían y nadie reclamaba nada. Digamos que había toda una onda fuera del recinto. Los viejos thrashers de los ochenta se congregaban y todo era muy ameno.

Por fin sale en escena Nuclear Assault. La banda viene con su formación clásica, excepto por el guitarrista Erik Burke, quien a la vez reemplazaba al miembro fundador Anthony Bramante. Allí estaba John Connelly en voz y guitarra, el famoso Dan Lilker en el bajo (Anthrax, Brutal Truth, S.O.D.) y Glenn Evans en la batería.

Se escuchan los primeros acordes de "Sin", excelente canción del álbum debut Game Over, pero sin la intro "Live, Suffer, Die" (buen título ese). Comienza el mosh, comienza el desorden... de pronto pareciera que estamos de vuelta a la época del Combat Tour. Sin duda Nuclear se iba a la segura, los viejos clásicos no podían faltar.

Momento Top. Luego de un par de temas John Connelly se lanza desde el escenario con guitarra y todo. Estamos en el tema "Butt Fuck" (¡¡¡¡¡otro excelente título de canción!!!!!). La respuesta del público no se hace esperar. Más mosh, más desorden.

Otras canciones muy memorables y que tuvieron la más cálida recepción de parte de los más o menos mil quinientos fans, fueron los temas del grandioso álbum Handle With Care: "New Song", "F*(Wake Up)" y "Critical Mass". Este último terminó la presentación, que, lamentablemente, no tuvo ni siquiera un mísero bis. Nuclear llegó, tocó y se fue. Yo quedé con gusto a poco, y supongo que muchos otros metaleros quedaron con las ganas. Por suerte tampoco faltaron algunos de esos temas cortos, demenciales y muy chistosos que siempre caracterizaron a la legendaria banda thrashera. Del disco Game Over se escuchó "My America", para proseguir con con el clásico de clásicos "Hang the Pope" (Cuelguen al Papa), canción que Lilker introdujo diciendo: "Esta canción es sobre un catholic motherfucker". Parece que a Lilker no le gusta el Papa. Jajajajajajaja.
Si luego de ese gran corte hubiese venido "Mother´s Day" hubiese sido genial, mas Nuclear optó por "Lesbians" (Otro notable título de canción). Como broche de oro "Brainwashed" también se hizo presente. Y eso sería más o menos todo. Hubo unos cuantos temas más que no causaron gran conmoción, ninguno de ellos realmente memorable.

¿Se extrañaron algunas canciones? Por supuesto. Faltaron los clásicos "Stranded in Hell", "Brain Death", "Inherited Hell" y "Emergency". Al menos yo extrañe esas canciones. Y vaya que sí pudieron haberlas tocado porque no digamos que Nuclear se caracteriza por tener canciones largas. Con quince minutos más de show hubieran podido dejar al mundo enteramente satisfecho. Yo, claro, me saqué el empacho de ver a esta legendaria banda, pero dejando de lado el sesgo emocional, tengo que confesar que quedé con gusto a poco. Por otro lado, la puesta en escena, el sonido, y la buena onda de los músicos compensaron en algo lo extremadamente corta que fue la presentación. Menos de una hora. Quizás para la próxima. No creo.

De pronto se encienden las luces. Tiempo para ir al baño, tomarse una chela más, o qué se yo. Yo aproveché para cambiar el rollo a la cámara fotográfica. Sí, leyeron bien. rollo de foto. Quise comprarme una digital, pero para no quedar en la calle opté por una cámara más barata. En fin.

Como les había mencionado anteriormente, no estaba muy emocionado por ver a Sodom. De hecho la razón principal de mi viaje a Sao Paulo era ver a Nuclear Assault para después volver a Chile y sacarle pica a mis amigos. Jajajajaja. (Broma). Cumplida la misión, Sodom era para mí un mero trámite. Al final me quedó gustando mucho más la presentación de la banda germana. ¡¡¡Es que estuvo excelente!!!

Sodom se presentaba con el siempre presente Tom Angelripper (también conocido como Tom Such) en voz y bajo, Bernemann, así a secas, en guitarra y Bobby Schottkowski en batería. Esta formación es la misma que viene mostrando la banda desde el disco de 1997, Till Death do us Unite.

Al igual que Nuclear, Sodom mostró lo más clásico de su repertorio, aunque, como no, faltaron canciones que creo jamás podré ver en vivo, como "Nuclear Winter", "Persecution Mania", "Christ Passion" o "Agent Orange". Pero bueno, como dice mi abuelita: "Dios no quiso". Puede ser, porque parece que a Dios no le gusta el metal.

Sodom comenzó su descarga atronadora y despiadada con "Among the Wicked Cong" del disco M-16 para luego pasar derechamente a lo clásico, exhumando viejos cadáveres musicales, como "Outbreak of Evil", clásica canción del EP que comenzó la malévola carrera ascendente de Sodom por allá en el 84, el grandioso In the Sign of Evil. Suena como el forro, pero para los que lo escuchamos en su época, un clásico.

De ahí vinieron, entre otras, las canciones "The Saw is the Law", "Napalm in the Morning"; también del M-16, "Blasphemer", "Sodomy and Lust", "Sodomized", "Remember the Fallen", "Eat Me", "Witching Metal", "Augebombt" y "Bombenhagel". Esta última, única canción que se escuchó del disco Persecution Mania. Por supuesto que no podía faltar el clásico de Mötorhead, "Ace of Spades". Como gran cosa, se presentó un tema nuevo, "Nothing to Regret". Nada de especial.

Y aunque ese corte no fue memorable, hay que decir que el sonido en toda la presentación fue espectacular, sonando mucho mejor que la vez que Sodom tocó en Chile hace ya varios años atrás. Además, el show de Sao Paulo tuvo una puesta en escena mucho más violenta que la recordada en Chile. Por fin pude ver al Sodom que siempre tuve en la retina. Bueno, Tom Angelripper ya no sale al escenario con las pintas de antaño, pero la música sigue siendo tan destructiva como siempre y eso se agradece.

Hay que destacar el momento en que subió al escenario Frank Blackfire (también conocido como Frank Gosdzik) para las canciones "Remember the Fallen" y "Sodomy And Lust". Blackfire es considerado por muchos (me incluyo) no sólo como el mejor guitarrista que ha tenido Sodom, sino que también Kreator. Recuerden que allí fue a militar para "Coma of Souls". ¿Y qué andaba haciendo por esos lares? Indagando, supe de buena fuente que Frank se había ido a vivir a Sao Paulo luego de emigrar de Kreator y que se dedicaba a enseñar guitarra e inglés y alemán. Vive allí con su esposa. Por tanto, digamos que Frank jugaba de local y no tuvo problemas para acompañar en un par de temas a sus viejos compañeros.

Otro momento memorable fue cuando Dan Lilker subió al escenario para interpretar "Blasphemer". Eso estuvo muy entretenido.

A diferencia de Nuclear, Sodom sí hizo un bis, pero de todas maneras la presentación no fue muy larga. Y bueno, supongo que muchos como yo quedaron con las ganas de escuchar alguna canción favorita. ¿Qué pasó con "Incest"? ¡Vaya los nombres de las canciones! Pero bueno, igual estuvo buena la presentación. Buen sonido, buena onda, excelente interpretación de las canciones... y la siempre brutal sonoridad machacante, horrísona para el mainstream, de una banda que ha mantenido su estilo por más de veinte años.

Y eso fue el show. Si tuviera que ponerle una nota global del 1 al 7, le pondría un 5,5.

Tercera Parte: Lo extrarecitalero

Muchos de ustedes se estarán preguntando variadas cosas con respecto a la escena brasilera. Casi todo el mundo sabe que allá en Brasil hay una escena metalera muy saludable y que hay montones de bandas. Así es. Es por eso que me llamó la atención que no se desbordara el recinto Direct TV Music Hall. Allí cabían 2.500 almas del demonio. Ya les dije que llegaron como 1.500. De hecho la galería estaba prácticamente desocupada. Por suerte, los 1.500 asistentes, o almas del demonio, metían bastante bulla y se hacían notar, y eso le dio al espectáculo mayor realce.

Antes de entrar al recinto, poco a poco se fue armando toda una onda en las afueras. De repente llegaron dos vans de dos respectivas radios de rock. Y ambas con buena música, llenando así el ambiente con melodías ad-hoc. Los transeúntes ajenos a la celebración pasaban y seguían su camino. Cada uno en su onda. Pero lo que más llamó mi atención fue ver a unos carritos ambulantes que ofrecían amplia gama de licores, desde una simple cerveza hasta una rica caipiriña o un whisky. Allá se puede tomar en la calle lo que sea. Nada de andar escondiendo las chelas de los pacos. Me resultó muy raro no ver a la fuerza policial por ninguna parte. De repente llegaron, pero sólo para resguardar el orden, no para pesquisar. En el ambiente se sentía un espíritu más liberal, menos cohibido. Todo el mundo pasándola bien y nadie molestando a nadie.

Algunos compadres y algunas minas andaban con unas pintas que hacía remembrar la gloriosa era del thrash, con blue jeans rajados, las clásicas zapatillas blancas, la chaqueta de mezclilla llena de parches, y la clásica polera de Metallica o Slayer. Eso no lo veía hace rato. Yo me decía para mis adentros: "Estos compadres sí que se la creen".

Por esas cosas del destino andaba también en Brasil, Chris Dudeck, también conocido como "Witchhunter", el mismísimo baterista miembro fundador junto con Tom, de Sodom. Fue al show para ver a sus viejos colegas. Muy buena onda el compadre.

Y quién vacila más el metal o se vuelve más loco en los shows en vivo, ¿los brasileros o los chilenos? Yo no noté ninguna diferencia con respecto a la escena local, al menos en este punto. Harto mosh, una que otra pelea aislada, pero sin gran violencia, uno que otro compadre que bebió demasiado antes de entrar. O sea, igual que acá.

Hay mucho más que contar, pero por razones obvias no puedo contarles todos los detalles de este memorable evento. Espero al menos haberles dado una reseña útil de cómo fue lo que Chile se perdió. En una de esas, algún día Nuclear Assault visita Chile, ¡claro, de turistas!

Y eso sería. Espero hayan disfrutado del amplio reportaje. Que más puedo decir. Este será para mí uno de esos recitales que no se olvidarán nunca, como Kreator 92, Slayer 98 o Morbid 2004... y tantos otros.

Thanx to:

Edu, de Tumba Records por la entrada de invitación, a Karina de Century Media Brasil por datos de hoteles y de buenas playas cercanas a Sao Paulo, a Felipe Bode y André que me ayudaron a llegar al lugar del evento y me explicaron hartas cosas de la escena local, a Gustavo Reis (baterista de Funeratus) por la revista Lucifer Rising y el descuento en los compacts, a Priscilla Jarra de Mutilation Records, a Ana María Borqe por hacerme súper buena compañía arriba del avión en el viaje de ida. Suerte en Noruega. Y finalmente a Cátia Dillenburg (estaba buena la caipiriña en la playa) simplemente por ser rica. Gracias a todos por ser buena onda.