Viernes 18 de Diciembre de 2009
Club Cadilac 20:00 hrs.
Una de las cosas más interesantes de este recital fue comprobar que Haggard tiene muchos fans en Chile. El concierto en el Cadilac lo demostró. No sé cuanta gente habrá ido pero el lugar se veía bastante lleno a pesar de que las entradas no eran para nada baratas. Pero claro, una banda que se presenta con 13 músicos no puede ser barata. Quizás sólo la cuestionada y vilipendiada cancha VIP, que cada vez pareciera estar imponiéndose más y más en los recitales metaleros para gran pena y rabia de muchos, estaba algo despejada, pero la cuestión es que a simple vista el recital fue todo un éxito en términos de convocatoria.
Pero no digamos que la gente se volvió loca con los alemanes y que hubo intensos mosh y stagedivings y gente volando por los aires. Los que conocen a Haggard y su música saben que la experiencia de apreciarlos va más por el lado de la contemplación y que no hay mucho espacio para arrebatos extremos a pesar de que las partes death metal y los alaridos de Asis Nasseri podrían indicar lo contrario. Más que nada Haggard es música clásica con toques death metal y no al revés. Aquello, me refiero a esta unión entre el mundo de la música clásica con el death metal, hace que quienes prefieren un tipo de estilo sobre el otro no puedan convencerse plenamente con la propuesta musical. Pero una cosa es clara, independientemente de que Haggard no sea “ni chicha ni limonada”, la propuesta de la banda explotó un nicho que a mucha gente agradó, llegando la música a encantar no sólo a algunos metaleros sino que también a góticos y otros ejemplares de la fauna musical.
Haggard, como bien ya había dicho, en esta oportunidad se presentó con trece integrantes y no los usuales dieciocho y tocó alrededor de una hora y cuarenta minutos frente a un público hipnotizado no sólo por la compleja música sino que también por los movimientos de la cantante Susanne, que a la derecha del escenario tenía vuelto locos a todos los hombres. Susanne, rubia, alta, bonita y con un cuerpo increíble y que se parecía mucho a mi polola, jajaja, se robaba todas las miradas y de repente uno ya ni estaba pescando a la banda, concentrándose en la mina. Y además la niña canta bonito. Jaja.
Pero bueno, volviendo a la seriedad que merece un review, especialmente tratándose de Haggard, hay que mencionar que uno de los momentos más interesante y emotivos fue cuando vino la interpretación del himno nacional chileno. Ahí le bajó el patriotismo a todo el mundo y por vez primera, creo, una banda ha homenajeado a su público de esa manera. Y tratándose de una agrupación consistente en músicos de conservatorio está claro que no les costó para nada aprenderse la música del himno. Obviamente, con este gesto se ganaron incluso más al público.
Con respecto al setlist, lo cierto es que no me lo sé de memoria, pero sí hay que destacar que la banda terminó con la que es una de las canciones insignes. Por supuesto, me refiero a “Awaking the Centuries”. Personalmente, una de mis canciones favoritas. Otro corte que también es de los más venerados y que fue intensamente disfrutado fue “Per Aspera ad Astra”. Tampoco faltó “The Final Victory”, “The Sleeping Child”, “The Observer”, “In a Fullmoon Procession” y “Upon Fallen Autumn Leaves”, entre otras. Lo único que faltó para hacer incluso más interesante la presentación de la banda, fue la interpretación de “Hijo de la Luna”, original de Mecano. La primera vez que escuché ese cover lo primero que me dije fue: “estos compadres se volvieron locos”, porque de veras pienso que un corte como ese desperfila a la banda. Hubiese sido interesante observar la reacción de la gente frente a una canción tan mamona. Ojo, no dije que la canción era mala, sólo mamona.
Evidentemente emocionado con la respuesta del público, el vocalista principal y guitarrista Asis Nasseri prometió nueva visita a Chile en un futuro próximo. Tomando en cuenta el gran apoyo de los fans y el evidente arrastre que la banda tiene en Chile no sería extraño que efectivamente Haggard vuelva. Allí estaremos.
