jueves, octubre 21, 2010

Death Angel en Chile


Death Angel
Miércoles 20 de Octubre de 2010
Teatro Caupolicán
(Review también disponible en www.grindermagazine.cl donde también escribo)

Death Angel tiene una historia bien particular. Famosos por que la banda la componían dos hermanos y tres primos, todos de origen filipino, y siendo su baterista alrededor de 13 años cuando grabaron el disco debut, y los demás más o menos entre 15 y 16, dejaron a muchos boquiabierto cuando lanzaron The Ultra-Violence en 1987. Técnicamente a la par con bandas de mayor renombre aquel disco se convertiría en un hit en el underground y hoy en día es considerado un clásico del thrash. Luego vino Frolic Through the Park (1988) y Act III (1990). El mismo año aparecería el disco en vivo Fall From Grace (1990), editado más que nada para cumplir con el contrato con Enigma Records. Y de ahí en adelante la banda desapareció y se mantuvo inactiva por largos 14 años. Entre medio los miembros de Death Angel, con la excepción del vocalista Mark Osegueda, editaron dos discos bajo el nombre de The Organization, que pasaron sin pena ni gloria, pero como Death Angel, podemos decir que no hubo nada de movimiento por larguísimo tiempo, tiempo suficiente como para que la gente se olvidara completamente de ellos. Luego cuatro de los cinco miembros originales se volvieron a reunir y lanzaron The Art of Dying en el año 2004 y posteriormente vinieron Killing Season (2008) y Relentless Retribution (2010). Ya para este último disco sólo dos de los miembros originales quedaban; el vocalista Mark Osegueda y el guitarrista Rob Cavestany.

Pero a pesar de que Death Angel lleva ya seis años de renovada actividad, el largo trecho entre 1990 y 2004 está pasando la cuenta. Como ya había dicho, la gente se había olvidado de ellos y es debido a eso lo que en parte podría explicar el porqué de la poca convocatoria que tuvo Death Angel en Santiago. El martes 19 de octubre habían tocado en Valparaíso y tampoco les fue muy bien. De hecho aún no me explico cómo es que pensaron que Death Angel podía llenar el Caupolicán, que da para fácilmente unas 5000 personas. No creo que se hayan presentado más de 400 personas. Incluso puede ser que haya sido mucho menos. Para que se formen una idea, todo el público asistente cabía cómodamente en la cancha y con espacio de sobra para moverse. Por otro lado, esto mismo facilitó que el público, que dicho sea de paso, estaba muy prendido y entusiasmado, girara como centrífuga mientras seguía los acordes violentos de Death Angel. Este recital era para haberlo hecho en un recinto más pequeño. Quizás el Novedades. Ni siquiera Exodus, que es una banda de renombre en el thrash llena el Caupolicán, menos lo iba a hacer Death Angel.

Por otro lado que se hiciera en el Caupolicán no fue tan malo después de todo para los fans. Dudo que haya sido una buena movida para los productores. Pero al menos escuchamos un recital que sonó muy bien. Todo sonaba muy claro y se distinguían los solos de guitarra sin problema. Y aparte de una falla en una de las guitarras para el tema “Voracious Souls” no hubo mayores inconvenientes.

Con respecto al setlist, la banda tocó alrededor de seis canciones de su última placa “Relentless Retribution”, pero sin lugar a dudas fueron cortes clásicos como “Thrashers”, “Seemingly Endless Time”, “Voracious Souls” y “Kill As One” los que entusiasmaron más al público. También sorprendió gratamente comprobar que la banda se veía igualmente entusiasmada, y en la hora y cuarenta minutos de show, estuvo a pie de cañón, lanzado ráfagas de potentes riffs uno tras otro a un público que parecía no cansarse. Sorprende a la vez que la voz de Mark Osegueda siga como si los años no existieran. Seguramente como la banda estuvo tantos años sin circo, se pueda explicar hoy que mantengan tales niveles de energía y que su vocalista cante como antaño, porque de veras que sorprendió el show. Fue mucho más de lo que al menos yo esperaba.   

Veremos cuál es el futuro de Death Angel, pero dudo que vuelvan a Chile. No hay suficientes fans en este país como para justificar que vuelvan, y es una pena porque esta debe ser una de las bandas más subvaloradas del thrash. Al menos los presentes para este show nos quedamos muy satisfechos. Comentando en las afueras era unánime el veredicto: el show había estado excelente. Quizás un poco fuerte el sonido, pero al final ese fue un detalle menor.
                                                                                                                                                          
Setlist:

I Chose the Sky
Evil Priest
Buried Alive
Voracious Souls
Relentless Retribution
Claws in so Deep
Seemingly Endless Time
Stop
3rd Floor
This Hate
Thrown to the Wolves
Lord of Hate
Falling Asleep
Truce
Thrashers
Bored
The Ultra Violence (Intro)
River of Rapture
Kill as One