domingo, mayo 16, 2010

Suffocation - Napalm Death en Chile

Jueves 13 de Mayo, 2010. Teatro Novedades. 20:00 hrs.

Por mucho tiempo los recitales en Chile no empezaban a la hora, pero desde un tiempo a la fecha estos están empezando puntualmente. Conocedor de esta nueva realidad es que llegué unos diez minutos antes de las ocho porque me tincaba que el recital iba a partir a la hora. Efectivamente, a las ocho sube al escenario Suffocation y empieza su setlist. Y aunque se aprecia la puntualidad creo que nos estamos yendo al chancho. Podrían haber dado unos 15 minutos de holgura para los atrasados, especialmente en un día laboral. En fin. El asunto es que Suffocation saltó al escenario empezando con “Thrones of Blood”. Al tiro la patada en la cara. ¡Nada de sutilezas! Aquella, desde luego, una de las mejores canciones de la banda. Siguieron con “Cataclysm Purification” del nuevo disco Blood Oath para luego en el tercer tema volver a lo antiguo desencadenando “Liege of Inveracity”; una canción simplemente chacal que cualquier fan de Suffocation conoce de memoria. Y mientras todo el mundo se volvía loco con el tema quedaba dando vuelta en el aire la sensación de que algo faltaba. Y ese algo era el volumen. Simplemente estaba muy despacio y esto es algo que muchos fans notaron. A la vez, los complejos solos de guitarra de Terrence Hobbs se perdían a momentos.

Siguiendo con las canciones, luego fue el turno de “Entrails of You” (Entrañas de ti, vaya título) y que Frank Mullen dedicó a todas las mujeres presentes. Breeding the Spawn” también la tocaron pero donde realmente quedó la cagada fue con los dos últimos cortes. Me refiero a “Pierced From Within” e “Infecting the Crypts”. Entre medio tocaron “Brood of Hatred” y la canción homónima del último disco aunque sin generar una respuesta muy efusiva del público que poco a poco iba llenando el Novedades. Y esto me llamó mucho la atención. No sabía si la gente que estaba ingresando a la mitad o casi al final del show lo hizo porque no pudo entrar antes o simplemente llegó a pillar a Napalm Death solamente. Curioso, porque al menos yo no me hubiese perdido Suffocation ni cagando.

Volviendo a las canciones, nota aparte merece el tema “Come Hell or High Priest” del último disco y que Frank Mullen introdujo con una singular diatriba contra los curas y la pedofilia. De hecho Mullen estaba bien parlanchín. Ahora, analizando, me parece que Frank Mullen erra un sus apreciaciones y comete errores de inconsistencia lógica. Por un lado introduce “Entrails of You” aduciendo que le gustaría abrirle el estómago con un cuchillo a una damisela para pasarse las vísceras por la cara y luego viene a decirme que los curas son malos porque son pedófilos. ¿Y los huevones misóginos que quieren abrirle el vientre a las mujeres y pasarse las tripas por la cara acaso no son malos? ¿Acaso no es esto un doble estándar? Es entonces cuando preferiría que los músicos se dedicaran a cantar (o a gritar) y no hablar tanto. Pero en serio, ¿por qué tanto odio contra las mujeres?

Y eso fue Suffocation. Alrededor de diez canciones en 50 minutos de show y dejando a muchos con gusto a poco. Faltaron temas, desde luego. “Jesus Wept”, “Abomination Reborn”, “Bind, Torture, Kill”, entre otros. Quizás algún día, cuando veamos a Suffocation como cartel principal y no como segundón podremos apreciar a esta importantísima y chacal banda de death metal técnico como se merece. Esta fue la segunda visita de la banda a Chile y anteriormente había tocado en la cúpula del Parque O’Higgins junto a Morbid Angel y también esa vez los lanzaron primeros como queriendo decir que la otra banda era más importante. Pero no hay que ser ingenuos. Morbid Angel y Napalm Death son lejos más populares que Suffocation (y no me explico por qué) así que a los fans de Suffocation no nos queda más que ir a llorarle a Satanás de por qué esta banda no está como plato principal, cosa que desde luego incidiría en la calidad del show.

Bien. Después de la presentación de Suffocation vino una espera de 40 minutos para Napalm Death que salieron a las 9:30 en punto y estuvieron arriba del escenario por una hora y diez más o menos. Si recuerdo bien, esta era la tercera visita de los ingleses, y para esta ocasión llegaron para presentar su último disco “Time Waits for no Slave”. Tocaron canciones de aquel disco, por supuesto, y también de otras placas, concentrándose la preferencia de los fans en todas las canciones antiguas, fenómeno natural desde luego. Suffer the Children” creo que fue la canción que mejor respuesta logró en el público, a pesar de que recién empezaba el show y no llevaban arriba del escenario más de 10 minutos y que el sonido no fuera óptimo. De hecho durante más de la mitad del show no se entendía nada y sólo los más fanáticos de Napalm, aquellos que han escuchado todos sus álbumes y se saben las canciones de memoria, pudieron distinguir en algunos pasajes entre una canción y otra. Sin embargo no nos podemos olvidar que Napalm Death es una banda grindcore y que no hay que entrar a analizar mayormente. Napalm Death es poder sónico brutal directo a la cara y funciona mejor como analgésico o como una catarsis. Que todas las canciones suenen igual y que a momentos todo suene como una licuadora es parte de la propuesta estética de la banda. Entonces, para ver un show de Napalm y disfrutarlo hay que simplemente escuchar y vacilar y no pensar mucho en nada. De todas maneras, este caos sónico mereció haberse escuchado mejor. Sonó fuerte, como no sonó Suffocation, pero sonó mal. La voz de Barney parecía como proveniente del sótano de su casa y el bajo de Shane Embury cubría todo con una capa inexpugnable de ruido blanco y del cual era imposible distinguir una nota de otra. Pero eso es Napalm, caos y destrucción, y esa esencia es parte de toda la ideología post hippie de amor y paz que tiene la banda, que desde luego ha sido inspirada mucho por el punk de los setentas y quizás que yerbas de extraño origen. Sumémosle a eso las opiniones de Barney sobre el mundo y tenemos una banda con una postura y una posición súper claras. Destaca en este ámbito el español que maneja Barney, que sin problemas se dirigía al público como alumno avanzado de aquella lengua. ¿Dónde aprendió español Barney? Y, desde luego, Barney es la figura central en Napalm, saltando y moviéndose por todo el escenario como un lunático al cual le han suprimido sus dosis de Ritalín. Y simplemente ver a la banda y en especial a Barney quizás hacía olvidar por momentos lo horrible que sonaba todo, con excepción de las tres últimas canciones. Desde luego, los fanáticos de Napalm me podrán contradecir y decir que sonó la raja y que estuvo increíble, y bla, bla, bla. Aquí trato de ser objetivo y Napalm sonó mal. Punto. Suffocation sonó decentemente, pero con poco volumen. Punto.

Como dato anecdótico hay que añadir que Napalm tocó “You Suffer”, que es aquella mítica canción de dos segundos y que viene en el disco Scum. Muchos se la perdieron ya que pasó tan rápido. Pero fue chistoso. Y en general toda la presentación de Napalm fue chistosa. Ellos no se toman muy en serio y no veo por qué nosotros debamos tomarlos en serio a ellos. Napalm Death es una banda grindcore nihilista por esencia y que resiste ser analizada o desmenuzada para encontrarle el sentido. No lo tiene, y esa es la mejor gracia que tiene.