SADUS + Thornafire - Massive Power - Torturer
Sábado 7 de Agosto de 2004. 5:00 P.M. Centro de Eventos Laberinto
$ 10.000 Preventa; $ 12.000 Día del Show
The Crusher Producciones
Jamás se me pasó por la mente que vería a Sadus algún día, y menos en Chile. No pocas veces con amigos discurríamos sobre cuanta gente iría a ver a Sadus si algún día hipotético se presentaban en la capital. "No irían ni veinte pelagatos", "con cueva irían los viejos thrashers" (escoba), y otras frases del estilo dejaban entrever nuestras escasas esperanzas de algún día poder ver a los influyentes e importantes Sadus, banda que lamentablemente nunca vendió una cantidad de discos que hiciera justicia a su singular desplante técnico y superior calidad. Pero por suerte estábamos equivocados. El sábado concurrieron cerca de quinientos entusiastas fans -los conté uno a uno, jajajaja-, destacando un buen porcentaje de viejos thrashers. Todos presentes para revivir el feeling de esos añorados años ochenta cuando la consigna era "death to posers", "thrash ´Till death" y "vamos a pegarles a los coreanos". Sadus estaba en Chile. Sadus era una realidad. Ahora me convenzo que a Chile podría venir hasta la más recóndita y obscura de las bandas, y la gente irá, al menos, una cantidad que permita cubrir el costo total de traer a la banda.
Y lo que se vivió el sábado merece más que un frío comentario sobre las cifras. Los que estuvimos allí lo comprendimos. Steve Digiorgio, Darren Travis y Jon Allen nos trasladaron en el tiempo. Parecía que estábamos en el año 1988, o a lo más 1990. Y el público se comportó como en aquella época, exhibiéndose una no despreciable cantidad de stage divings y sanos mosh catárticos. Lo único lamentable en este punto, fue una pelea entre dos metaleros que se dieron a puñetazos hasta decir basta. Pero en general el ambiente estuvo muy pacífico y con muchas ganas de pasarlo bien. Y no sólo lo pasaron bien los fans, sino que los mismos músicos de Sadus, que no podían esconder su alegría. A la par, demostrando una humildad y buena onda que a todo el mundo dejó contento. Steve, como dato, intercalaba palabras y frases con el público, donde no faltó la clásica interjección "¡conchatumadre!", repetida en varias oportunidades.
Sadus, que no saca un disco de estudio nuevo desde 1997 (Elements of Anger), desempolvó viejo material, concentrándose en la producción Chemical Exposure. De ese álbum se escucharon Sadus Attack -tocada junto a dos terceras partes de Torturer-, Torture, Hands of Fate, Twisted Face y por supuesto, el clásico de clásicos, Certain Death, que abre aquel magnífico álbum, y que cerró el show de la banda luego de una hora y veinte minutos arriba del escenario. Otros temas fueron Black, Through the Eyes of Greed, Slaves to Misery y Power of One.
Y todo sonó bonito, salvo el comienzo que estaba demasiado agudo, arreglándose rápidamente aquello, un acople que no pasó inadvertido, pero que no mermó la calidad del show, y una leve falla con la salida de la guitarra de Darren Travis. Aparte de esas tres cosas, el show fue impecable. Además, la selección de los temas estuvo acertadísima, y sin duda estaba hecha para satisfacer a los fans. Por supuesto que no todo fue rapidez y machaque al estilo Sadus. Hubo momentos de ¿reflexión? jajaja. No creo que esa sea la palabra. Pero el público escucho cada corte con atención, aunque la maquinaria Sadus no fuera al ritmo frenético acostumbrado todo el tiempo. Steve, muy perceptivo frente a la respuesta del público dijo: "You like the fast shit ha?". ¿Les gusta la huevada rápida no? Y no tuvo problemas para satisfacer la demanda por chacalidad. Personalmente, disfruté de todos los cortes de Sadus, incluso aquellos que llevaban sintetizador, instrumento musical no muy bien visto en algunos círculos metaleros. ¿Quién podría criticarlos por querer mostrar algo de innovación? Yo, al menos, no.
Resumiendo, creo que el show del día sábado fue memorable y perdurará largo tiempo en la retina de todos aquellos que tuvimos la suerte de ver a esta excelente banda, que es de esperar saque un disco nuevo pronto, tal cómo prometió el mago del bajo, Steve Digiorgio.
Lamentablemente no pude ver los shows de las bandas chilenas, por tanto no los puedo comentar. Lo que supe fue que Torturer tocó el cover de Pestilence "Out of the Body", y eso sería todo. Para la próxima. Sorry.
Sábado 7 de Agosto de 2004. 5:00 P.M. Centro de Eventos Laberinto
$ 10.000 Preventa; $ 12.000 Día del Show
The Crusher Producciones
Jamás se me pasó por la mente que vería a Sadus algún día, y menos en Chile. No pocas veces con amigos discurríamos sobre cuanta gente iría a ver a Sadus si algún día hipotético se presentaban en la capital. "No irían ni veinte pelagatos", "con cueva irían los viejos thrashers" (escoba), y otras frases del estilo dejaban entrever nuestras escasas esperanzas de algún día poder ver a los influyentes e importantes Sadus, banda que lamentablemente nunca vendió una cantidad de discos que hiciera justicia a su singular desplante técnico y superior calidad. Pero por suerte estábamos equivocados. El sábado concurrieron cerca de quinientos entusiastas fans -los conté uno a uno, jajajaja-, destacando un buen porcentaje de viejos thrashers. Todos presentes para revivir el feeling de esos añorados años ochenta cuando la consigna era "death to posers", "thrash ´Till death" y "vamos a pegarles a los coreanos". Sadus estaba en Chile. Sadus era una realidad. Ahora me convenzo que a Chile podría venir hasta la más recóndita y obscura de las bandas, y la gente irá, al menos, una cantidad que permita cubrir el costo total de traer a la banda.
Y lo que se vivió el sábado merece más que un frío comentario sobre las cifras. Los que estuvimos allí lo comprendimos. Steve Digiorgio, Darren Travis y Jon Allen nos trasladaron en el tiempo. Parecía que estábamos en el año 1988, o a lo más 1990. Y el público se comportó como en aquella época, exhibiéndose una no despreciable cantidad de stage divings y sanos mosh catárticos. Lo único lamentable en este punto, fue una pelea entre dos metaleros que se dieron a puñetazos hasta decir basta. Pero en general el ambiente estuvo muy pacífico y con muchas ganas de pasarlo bien. Y no sólo lo pasaron bien los fans, sino que los mismos músicos de Sadus, que no podían esconder su alegría. A la par, demostrando una humildad y buena onda que a todo el mundo dejó contento. Steve, como dato, intercalaba palabras y frases con el público, donde no faltó la clásica interjección "¡conchatumadre!", repetida en varias oportunidades.
Sadus, que no saca un disco de estudio nuevo desde 1997 (Elements of Anger), desempolvó viejo material, concentrándose en la producción Chemical Exposure. De ese álbum se escucharon Sadus Attack -tocada junto a dos terceras partes de Torturer-, Torture, Hands of Fate, Twisted Face y por supuesto, el clásico de clásicos, Certain Death, que abre aquel magnífico álbum, y que cerró el show de la banda luego de una hora y veinte minutos arriba del escenario. Otros temas fueron Black, Through the Eyes of Greed, Slaves to Misery y Power of One.
Y todo sonó bonito, salvo el comienzo que estaba demasiado agudo, arreglándose rápidamente aquello, un acople que no pasó inadvertido, pero que no mermó la calidad del show, y una leve falla con la salida de la guitarra de Darren Travis. Aparte de esas tres cosas, el show fue impecable. Además, la selección de los temas estuvo acertadísima, y sin duda estaba hecha para satisfacer a los fans. Por supuesto que no todo fue rapidez y machaque al estilo Sadus. Hubo momentos de ¿reflexión? jajaja. No creo que esa sea la palabra. Pero el público escucho cada corte con atención, aunque la maquinaria Sadus no fuera al ritmo frenético acostumbrado todo el tiempo. Steve, muy perceptivo frente a la respuesta del público dijo: "You like the fast shit ha?". ¿Les gusta la huevada rápida no? Y no tuvo problemas para satisfacer la demanda por chacalidad. Personalmente, disfruté de todos los cortes de Sadus, incluso aquellos que llevaban sintetizador, instrumento musical no muy bien visto en algunos círculos metaleros. ¿Quién podría criticarlos por querer mostrar algo de innovación? Yo, al menos, no.
Resumiendo, creo que el show del día sábado fue memorable y perdurará largo tiempo en la retina de todos aquellos que tuvimos la suerte de ver a esta excelente banda, que es de esperar saque un disco nuevo pronto, tal cómo prometió el mago del bajo, Steve Digiorgio.
Lamentablemente no pude ver los shows de las bandas chilenas, por tanto no los puedo comentar. Lo que supe fue que Torturer tocó el cover de Pestilence "Out of the Body", y eso sería todo. Para la próxima. Sorry.