VADER - DARMONIAC - GORHOTH
28 de Mayo 2005, 21:30 Hrs.
Centro Mistral, Santiago
La primera gran sorpresa que me llevé al llegar al lugar de este esperado evento metalero fue confirmar la cancelación de las presentaciones de Sadism y Torturer, siendo reemplazados por Darmoniac y Gorhoth. ¿Las razones? No soy yo para explicarlas pero de seguro algún atado hubo. En fin. La otra sorpresa me la llevé al saber de la cancelación del show en Concepción el día 27. ¿Las razones? Escuché varias versiones, incluso de uno de los músicos de Vader, y como no sé con certeza qué pasó me abstendré de omitir opinión. Lo concreto es que las bandas que estaban supuestamente fichadas no tocaron y lo de Concepción nunca fue. Por otro lado, hubo un show en Puerto Montt el día anterior a la fecha de Conce que no estaba en las fechas que aparecían en algunos flyers.
Fechas más, fechas menos, el tour de Vader por nuestra larga faja de tierra ha sido la gira más larga de cualquier otra banda metalera en la historia de Chile. Graben eso en sus cerebros como dato freak. Quizás algún día los profesores de historia del futuro lo comentarán. Mientras escribo esto Vader debiera estar tocando en la Serena, y mañana, 31 de Mayo, debiera hacerse el show final en Antofagasta. Es de esperar que así sea. Vamos al show de Santiago.
Con algo de atraso comenzó la velada, subiendo al escenario Darmoniac después de las diez de la noche. Primera vez que veía a estos muchachos. Tengo que decir que disfruté bastante con su propuesta, que era una mezcla entre death y grindcore. Lamentablemente no lograron prender mucho al público, que iba y venía y que aún no se concentraba con lo que pasaba en escena. Mejor suerte tuvieron los Gorhoth, que parece que andaban con barra ya que lograron obtener una respuesta bastante efusiva del público. Buen show el de ellos, con buena puesta en escena y un más que carismático frontman. Entrete.
Luego de un rato, cuando eran cerca de las once y media de la noche, llegó lo que todo el mundo esperaba, la presentación de los polacos Vader. Como habrán notado algunos, sin el baterista original Doc,* que oficialmente ya no está más en la banda según palabras del líder, guitarrista y vocalista Peter. Así lo supimos backstage. Daray es el nombre del nuevo baterista.
El show comenzó, como era de esperarse, con canciones del último álbum, The Beast. Escuchamos "Intro", "Out of the Deep" y "Dark Transmission". Como de costumbre los moshs cerca del escenario no se hicieron esperar, pero fue con el quinto corte, "Sothis", que vino luego de "Silent Empire" donde se obtuvo la más efusiva respuesta de las no más de 500 álmas del demonio (me incluyo) que repletaron Centro Mistral. En todo caso, la respuesta del pueblo jamás se desbordó.
La presentación siguió con "Crucified Ones", canción antigua del primer álbum, The Ultimate Incantation. De aquella placa también se escuchó "Dark Age". Tampoco faltaron "Wings", del disco Litany, "Reign Forever World", "Reborn in Fire" y "Epitaph", canción que abre el que creo yo es uno de los mejores discos de Vader, el excelente Revelations.
En total, Vader presentó 15 canciones en una presentación que apenas duró una hora clavada, finalizando sorpresivamente con "Reign in Blood", de los maestros Slayer, claramente una de las grandes influencias del sonido de Vader. Aunque la banda se paseó por casi todos sus álbumes creo que faltaron canciones claves, en especial una, "When Darkness Calls". Si hay una canción himno de Vader, es esa. No puedo creer que no la hayan tocado. Y sé que muchos quedaron, al igual que yo, con cuello. Recordé cuando Death no tocó "Leprosy" el 98 ¡Pero bueno eso no viene al caso ahora!
Con respecto al sonido y toda la parte técnica, nada que decir. Estuvo bueno. En general el show cumplió con mis espectativas, y Vader demostró que suena tan bien en vivo como en estudio. Lo único que empañó en algo el show fue la respuesta un tanto excesiva de la gente de seguridad que repelió a manotazo limpio a algunos fans que a momentos se paseaban por los aires y se acercaban demasiado al escenario. Pero bueno, son cosas que pasan.
Ya a las 12:30 todo era historia. Al otro día vendría la presentación en Valparaíso, memorable evento que considero estuvo ligeramente mejor a la presentación en Santiago.
Centro Mistral, Santiago
La primera gran sorpresa que me llevé al llegar al lugar de este esperado evento metalero fue confirmar la cancelación de las presentaciones de Sadism y Torturer, siendo reemplazados por Darmoniac y Gorhoth. ¿Las razones? No soy yo para explicarlas pero de seguro algún atado hubo. En fin. La otra sorpresa me la llevé al saber de la cancelación del show en Concepción el día 27. ¿Las razones? Escuché varias versiones, incluso de uno de los músicos de Vader, y como no sé con certeza qué pasó me abstendré de omitir opinión. Lo concreto es que las bandas que estaban supuestamente fichadas no tocaron y lo de Concepción nunca fue. Por otro lado, hubo un show en Puerto Montt el día anterior a la fecha de Conce que no estaba en las fechas que aparecían en algunos flyers.
Fechas más, fechas menos, el tour de Vader por nuestra larga faja de tierra ha sido la gira más larga de cualquier otra banda metalera en la historia de Chile. Graben eso en sus cerebros como dato freak. Quizás algún día los profesores de historia del futuro lo comentarán. Mientras escribo esto Vader debiera estar tocando en la Serena, y mañana, 31 de Mayo, debiera hacerse el show final en Antofagasta. Es de esperar que así sea. Vamos al show de Santiago.
Con algo de atraso comenzó la velada, subiendo al escenario Darmoniac después de las diez de la noche. Primera vez que veía a estos muchachos. Tengo que decir que disfruté bastante con su propuesta, que era una mezcla entre death y grindcore. Lamentablemente no lograron prender mucho al público, que iba y venía y que aún no se concentraba con lo que pasaba en escena. Mejor suerte tuvieron los Gorhoth, que parece que andaban con barra ya que lograron obtener una respuesta bastante efusiva del público. Buen show el de ellos, con buena puesta en escena y un más que carismático frontman. Entrete.
Luego de un rato, cuando eran cerca de las once y media de la noche, llegó lo que todo el mundo esperaba, la presentación de los polacos Vader. Como habrán notado algunos, sin el baterista original Doc,* que oficialmente ya no está más en la banda según palabras del líder, guitarrista y vocalista Peter. Así lo supimos backstage. Daray es el nombre del nuevo baterista.
El show comenzó, como era de esperarse, con canciones del último álbum, The Beast. Escuchamos "Intro", "Out of the Deep" y "Dark Transmission". Como de costumbre los moshs cerca del escenario no se hicieron esperar, pero fue con el quinto corte, "Sothis", que vino luego de "Silent Empire" donde se obtuvo la más efusiva respuesta de las no más de 500 álmas del demonio (me incluyo) que repletaron Centro Mistral. En todo caso, la respuesta del pueblo jamás se desbordó.
La presentación siguió con "Crucified Ones", canción antigua del primer álbum, The Ultimate Incantation. De aquella placa también se escuchó "Dark Age". Tampoco faltaron "Wings", del disco Litany, "Reign Forever World", "Reborn in Fire" y "Epitaph", canción que abre el que creo yo es uno de los mejores discos de Vader, el excelente Revelations.
En total, Vader presentó 15 canciones en una presentación que apenas duró una hora clavada, finalizando sorpresivamente con "Reign in Blood", de los maestros Slayer, claramente una de las grandes influencias del sonido de Vader. Aunque la banda se paseó por casi todos sus álbumes creo que faltaron canciones claves, en especial una, "When Darkness Calls". Si hay una canción himno de Vader, es esa. No puedo creer que no la hayan tocado. Y sé que muchos quedaron, al igual que yo, con cuello. Recordé cuando Death no tocó "Leprosy" el 98 ¡Pero bueno eso no viene al caso ahora!
Con respecto al sonido y toda la parte técnica, nada que decir. Estuvo bueno. En general el show cumplió con mis espectativas, y Vader demostró que suena tan bien en vivo como en estudio. Lo único que empañó en algo el show fue la respuesta un tanto excesiva de la gente de seguridad que repelió a manotazo limpio a algunos fans que a momentos se paseaban por los aires y se acercaban demasiado al escenario. Pero bueno, son cosas que pasan.
Ya a las 12:30 todo era historia. Al otro día vendría la presentación en Valparaíso, memorable evento que considero estuvo ligeramente mejor a la presentación en Santiago.